Eso ocurre...mas frecuentemente de lo que nos gustaría, y revela la infelicidad de las personas, esas tristes personas que viven inquietas, atentas a las miradas, a las acciones de los demás, y las hacen suyas, modelándolas para venderlas al mejor postor y así obtener beneficios vacíos de toda lealtad.
Puedo parecer simple, ilusa o inocente pero prefiero vivir mas feliz, creyendo en el ser humano, que pasar al lado oscuro y perderme en las galaxias ;) abandonando con ello la tranquilidad para disfrutar con los míos y la razón para acompañar mi días. Aunque algunas veces, esto, pueda costarme mas de un disgusto, prefiero creer en las buenas personas.
Los corazones que adornan la tarta dieron pie al inicio de esta reflexión.
Una tarta con relleno de higos y queso cremoso, que comparto con vosotros de corazón.....
Ingredientes:
Para la masa y la cobertura de la tarta
400 gr. de harina bizcochona
175g. de mantequilla o margarina
100 gr. de azúcar
Una pizca de sal
2 yemas de huevo
Una cucharadita y media de vainilla
Leche para ligar la masa
Para el relleno:
De 8 a 10 higos
1 tarrina de queso crema
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1 huevo
Mermelada de higos
En un bol profundo ponemos la harina y le añadimos el azúcar, la sal, la mantequilla a punto de pomada (blandita), la vainilla y un poquito de leche para que la masa se ligue.
Tenemos que mezclarlo todo hasta que la masa sea manejable y no se nos pegue a las manos. Entonces haremos una bola, la envolveremos en papel film y la dejaremos dentro de la nevera de diez a quince minutos.
Mientras lavamos y pelamos los higos y los vamos cortando en gajos que reservaremos en un plato. Engrasamos el molde con margarina o spray anti-adherente. Sacamos la masa del frigo y la extendemos con un rodillo. Cubrimos con ella el fondo del molde y los lados, colocándola con suavidad para que no se rompa. Apretar los filos y quitar lo sobrante para la cubierta.
Sobre la masa repartimos el queso crema de modo uniforme cubriendo toda la base y sobre el iremos colocando los gajos de higo en espiral haciendo un abanico. Una vez cubierta tapado el queso, cogemos la masa sobrante y con un molde de corazón haremos corazoncitos para tapar y adornar la tarta. Podéis pintarla con huevo para darle color al hornearla o pincelar con mermelada de higos una vez hecha.
La tendremos en el horno precalentado a 175º hasta que esté dorada, una vez fría, yo le puse mermelada de higos de la que prepare en un post anterior, extendiéndola con un pincel por encima de la tarta. Fue una tarta que me sorprendió por su textura y su riquísimo sabor. Me inspiró la tarta de higos de la entrañable Mary de Cuchillito y tenedor, una maestra en toda regla.
Btrix