Muy, muy buenas a todos. Hoy estoy feliz y eufórica. ¿Os habéis fijado? ¡Estrenamos logo!
Cuando pensamos en crear este blog lo primero que tuvimos fue el nombre, bueno no, las ganas de hacerlo y luego el nombre y una vez que teníamos el nombre era evidente que necesitábamos identificarlo con su imagen. Tenemos que darle las gracias a mi sobrina Micaela que ha sido quién la ha hecho. Ahí, sentadita en su cupcake y con el cucharón de madera en la mano. No tuve que pedírselo dos veces, sólo la llamé, la dije lo que más o menos tenía en mente y la faltó tiempo para ponerse con sus lápices de colores a darle forma a todo lo que habíamos hablado.
Muchísimas gracias Micaela, con tu aportación, que no es pequeña, haces que no sólo tengamos ya una imagen con la que identificarnos, también has sido la primera que ha colaborado con nosotras, seguro que habrá muchas más colaboraciones tuyas y de otras personas que quieran seguir nuestra invitación, ya sabes “hornea con nosotras”.
El resto de la imagen que podéis ver, como siempre, fue cosa de Patricia, nuestra genio de la informática.
Publicar nuestro nuevo logo es un motivo de celebración. El blog va teniendo cada vez más personalidad y poco a poco iremos mejorando con trabajo e ilusión.
Y hablando de ilusión y de celebraciones…, la entrada de hoy va a ser una tarta de la que me siento muy orgullosa. No hace mucho fue el cumpleaños de mi suegra. Llegar a los 82 años ya tiene mérito, así que había que hacerla algo especial, algo que fuese ella misma y que la identificase fácilmente.
Como tiene problemas con la movilidad pasa mucho tiempo en casa, sentada en una butaca, haciendo sopas de letras y viendo la tele. Así que pensando y pensando…. Ya podéis ver el resultado.
El bizcocho no le hice yo sino mi cuñada Ana, al igual que la cinta de fondant que rodea la tarta. Es una gran cocinera y seguro que nos visita más veces.
Ah, una última cosa. Después de esto, tengo ganada a mi suegra de por vida.
Ingredientes:
1 bizcocho de yogur doble
½ litro de nata (crema de leche) de montar
100 grs. de azúcar
100 grs. de chocolate de postres (utilicé el de Nestlé)
Ron
Con un cuchillo, sobre una tabla de cortar, troceamos el chocolate y lo ponemos en un bol. La nata (crema de leche) la ponemos junto con el azúcar dentro de un cazo y lo llevamos al fuego hasta que hierva. Cuando esto ocurra, lo vertemos sobre el chocolate y con una cuchara o espátula de silicona removemos desde el centro hacía afuera hasta que se deshaga. Lo dejamos enfriar y cubrimos con film transparente procurando que toque la mezcla para que no se cree una capa sobre la misma.
Esta mezcla conviene dejarla varias horas en la nevera. Pasado ese tiempo, la montamos con la varilla, como si fuese nata montada (crema de leche). Cuando la preparo, suelo tenerla hecha ya de víspera. Con poco tiempo nos puede dar problemas y no llegar a montarse.
Abrimos el bizcocho a la mitad, mojamos con el ron ambas partes por la cara interior para que no esté muy seco, puede rebajarse con agua e incluso ponerlo a hervir si hay niños, para que se evapore el alcohol. En ese caso utilizarlo cuando ya esté frío.
A la mitad que corresponde a la parte de arriba la damos la vuelta y ahora estará abajo, ponemos sobre ella parte de la crema que hicimos con la nata (crema de leche) y el chocolate, un poco más de la mitad. Cubrimos con la parte inferior del bizcocho de manera que la parte que quedaba debajo sea ahora la que queda arriba. Lo hacemos así porque esta parte es la que queda más plana y hará que la tarta quede más lisa.
Cubrimos con el resto de la crema.
Estiramos fondant blanco con el rodillo, procurando que quede muy fino y con él cubrimos la tarta. Después continuamos decorando con las figuras y un lazo alrededor. Todo queda hecho con fondant.
De esta tarta no tengo paso a paso ya que cuando la hice ni siquiera tenía en mente publicarla pero prometo hacer otras en las que pueda verse como se han modelado las figuras.
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