Hace ya tiempo que vi esta tarta en la red y desde entonces la tenía pendiente de hacer. Fue un amor a primera vista. Tenía muchísimas ganas de hacerla. Pero tenía que esperar a Halloween. ¡Y por fin ha llegado el momento!
Es una tarta muy fácil de hacer, a pesar de lo que pueda parecer. No necesita horno, sólo nevera. La mayor dificultad, para mí, está en que te salga bien la decoración de la tela de araña. Yo he sufrido un poquito, porque no se me da nada bien este tipo de cosas, pero al final me ha salido.
Y lo mejor de todo es que además de ser una tarta preciosa, está que se sale de buena. Si os gusta el chocolate y el queso, ésta es vuestra tarta. Hacedme caso, tenéis que probarla.?
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La receta la he copiado tal cual del blog La Receta de la Felicidad.
INGREDIENTES
Para la base: 350 gr de galletas de chocolate
170 gr de mantequilla
50 gr de azúcar
Pizca de sal
Para el relleno:
600 gr de queso crema tipo Philadelphia (no vale light)
200 gr de azúcar
250 ml de nata (crema de leche) para montar
Para la ganaché de chocolate: 120 gr chocolate para fundir
120 ml nata (crema de leche) para montar
PREPARACIÓN
Comenzamos preparando un molde redondo y alto, desmontable (el de las fotos, de 17 cm. Puede usarse un molde más grande, pero la tarta quedará más bajita) Lo engrasamos ligeramente.
Trituramos las galletas de chocolate con un robot de cocina, o metiéndolas dentro de una bolsa y golpeándolas con un rodillo, hasta que se conviertan en polvo.
Mezclamos este polvo de galletas con el azúcar, la sal, y la mantequilla fundida, hasta formar una masa con la textura de la arena mojada.
Distribuimos esta pasta de galleta sobre la base y los laterales del molde, presionando bien.
Metemos en el frigorífico mientras que continuamos con la elaboración de la tarta.
Preparamos la salsa de chocolate. En un cazo mediano, ponemos a hervir la nata (crema de leche).
Cuando hierva, retiramos del fuego y añadimos el chocolate troceado.
Dejamos reposar unos minutos y removemos con una cuchara hasta que se forme una crema homogénea.
Reservamos al menos 4 cucharadas colmadas de salsa de chocolate para hacer la decoración, y vertemos el resto sobre la base de galletas.
Volvemos a llevar al frigorífico mientras que seguimos con la elaboración de la tarta.
Preparamos el relleno de queso. Para ello, batimos el queso philadelphia con un batidor de varillas (o a mano, aunque tardaremos más), hasta que esté esponjoso.
Reducimos la velocidad, y agregamos el azúcar.
Lo batimos hasta que esté muy esponjoso, unos 3 minutos.
Aparte, en un bol amplio, vertemos la nata (crema de leche) que deberá estar muy fría, y la montamos con un batidor de varillas a velocidad máxima. Suele tardar un minuto y medio, o dos como máximo. No es necesario que esté perfectamente montada
Mezclamos la nata (crema de leche) y la crema de queso con movimientos envolventes, despacio, para que el relleno no pierda esponjosidad.
Vertemos el relleno de queso sobre la base de galleta, y alisamos la superficie.
Golpeamos ligeramente el molde contra la encimera para eliminar posibles burbujas de aire.
Introducimos la crema de chocolate que habíamos reservado en una manga pastelera con boquilla pequeña, o un biberón de pastelería (como yo no tenía he usado una bolsa de congelación, cortando una puntita).
Comenzando desde el centro de la tarta, dibujamos una espiral de chocolate.
Con un palillo, o el borde no afilado de un cuchillo, vamos dibujando líneas ligeramente curvas desde el centro de la tarta hacia el exterior, para formar el dibujo de tela de araña. Limpiamos el cuchillo o palillo antes de dibujar la siguiente línea, para no dejar restos. (lo mejor es hacer una prueba dibujando una tela de araña sobre un papel de hornear antes de pasar a la tarta, aunque como expliqué en la presentación de la receta, se puede repetir si sale mal)
Volvemos a llevar la tarta al frigorífico, donde la dejaremos de un día para otro antes de consumirla, o congelamos al menos una hora.
Si conservamos la tarta en el congelador, sacamos 15 minutos antes de consumir.
Desmoldamos con cuidado, pasamos al plato donde vayamos a servir, y a disfrutar!