Para celebrar este aniversario, nada mejor que quedarnos en casa. Sí, este mes descansamos de maletas, de recetas de países lejanos, de traductores para cocinar nuestros pasteles, y traemos lo mejor de cada casa.
Cada participante debía preparar un postre representativo de la Comunidad Autónoma en la que reside, así que lo tuve claro desde un principio. Si hay un dulce que represente a mi tierra Galicia es sin duda este.
Reconozco que esta tarta me hace especial ilusión, aparte de que es de mis favoritas. Supongo que siempre gusta presumir de lo bueno que una tiene en casa, y en Galicia, muchas cosas buenas hay de las que presumir. Así que hoy voy con la cabeza bien alta a este reto, porque sé que esta tarta es un éxito seguro, una delicia en la boca.
La manera de hacer una tarta de Santiago está recogida en el BOE del 22 de marzo de 2006, ya que esta tarta posee la Indicación Geográfica Protegida, así que no hay más que seguir las indicaciones que nos dan al respecto.
Además, en el propio Boletín Oficial del Estado, se nos narran los orígenes de esta tarta tan típica de mi tierra. Las noticias más antiguas que se tienen de ella se remontan al año 1577, aunque en aquellos tiempos se llamaba "torta real", y las primeras recetas dignas de fiabilidad fueron transcritas por Luis Bartolomé de Leybar en su "Cuaderno de confitería", alrededor del año 1838.
En 1924, en la confitería "Casa Mora" de Santiago, comenzaron a decorarlas con una silueta de la cruz de Santiago, idea que tuvo mucho éxito, y que pronto se extendió al resto de los obradores que fabricaban estas tartas.
Hay dos tipos de tarta de Santiago, las dos al amparo de la Indicación Geográfica Protegida: con forro (que es la que os presento yo hoy) y sin forro (sin la masa quebrada, simplemente el relleno). A mí me encanta la textura de la masa quebrada alrededor con la suave almendra...
Un consejo, y no porque lo diga el BOE... No hagáis eso que hacen en muchas confiterías, que es añadir harina a la almendra para abaratar costes... Una buena tarta de Santiago, debe estar rellena únicamente de azúcar, huevos y almendra molida... Nadita de harina, a excepción de la que lleva la masa quebrada. Por tanto, sin queréis hacer una tarta apta para celíacos, simplemente tendréis que hacer una tarta de Santiago sin forro, pero las indicaciones y los tiempos de horneado son los mismos. En vez de la canela y el limón, hay quien le pone otros aromas, como vino dulce, brandy o aguardiente de orujo. Al gusto de cada cual.
Tarta de Santiago
Ingredientes:
1 lámina de masa quebrada.
250 g de almendra cruda (yo la muelo en casa, con la Thermomix, pero podéis comprar la que ya viene molida).
250 g de azúcar blanquilla.
4 huevos.
la ralladura de 1/2 limón.
1/2 cucharadita de canela.
azúcar glas para decorar.
Preparación:
1. Moler la almendra, si no la hemos comprado molida. A mí me gusta hacerlo en dos tandas, una parte la dejo un poquito menos molida, para que se note al comer. Añadir a la almendra la canela y la ralladura de limón. Reservar.
2. Precalentar el horno a 180ºC, calor arriba y abajo.
3. Batir el azúcar con los huevos, añadiéndolos de uno en uno, hasta que blanqueen. Añadirle entonces, poco a poco, la almendra e ir mezclando con una espátula.
4. Cubrir el molde rizado con la masa quebrada, pincharla un poquito con un tenedor, y poner encima la mezcla de almendras y huevos.
5. Hornear aproximadamente durante 30 minutos, hasta que al pinchar el centro con una brocheta, esta salga limpia. Dejamos enfriar.
6. Para decorar con el azúcar glas, debemos recortar un dibujo de la cruz de Santiago (podéis encontrar en google muchísimos) y ponerlo sobre la tarta, espolvoreamos con azúcar glas, y retiramos la forma de papel con mucho cuidado.
No me queda más, pues, que animaros encarecidamente a que hagáis esta tarta gallega, tan facilita de hacer, y a que visitéis todas las delicias que han preparado el resto de participantes en Reposteras por Europa, pinchando en la imagen.