Es una tarta deliciosa, muy fácil de hacer y además económica. Se emplea muy poco tiempo en la elaboración y de esta manera vamos a tener un postre rico que seguro gusta a toda la familia y a los amigos. Es muy parecida a la tarta de queso, igual de fresca pero más ligera.
Ingredientes:
500 g yogur cremoso (4 unid.x125g)
3 huevos L
50 g maicena
150 g azúcar
5 ml esencia vainilla
pizca de sal
Modo de preparar:
Se enciende el horno a 180ºC con calor arriba y abajo para precalentarse mientras que se prepara la tarta.
En un bol grande se añaden los 4 yogures o la cantidad que viene escrita arriba. Luego se rompen los huevos de uno en uno en un bol pequeño y después se pasan en el bol grande. De esta manera se comprueba el estado de cada huevo. Se baten un poco junto con el yogur con la ayuda de unas varillas manuales y después se añade el azúcar, la esencia o extracto de vainilla y se sigue mezclando para incorporarlos bien en la mezcla. Luego se añade la maicena y se incorpora con la ayuda de las varillas.
A continuación se va a forrar un molde con papel de horno o papel sulfurizado. Un truco para que el papel se vaya colocando bien dentro del molde es de mojarlo bien y frotarlo entre las manos, luego secarlo con un paño limpio y colocarlo en el molde. Se vierte la mezcla dentro y se lleva al horno para 45-50 minutos aproximadamente, dependiendo de cada horno.
A los 40 minutos podéis comprobar con un cuchillo o un palillo, si sale limpio significa que ya está lista si no, habrá que dejarla un poco más. Durante el horneado la tarta va subir bastante pero luego cuando se va a enfriar va a bajar, pero no os asustéis porque es normal, es una tarta que no lleva polvo para hornear.
Cuando ya está lista se saca y se deja a enfriarse 10-15 minutos dentro del molde. Luego se saca del molde, y con cuidado se le retira el papel de los laterales. Se el pone un plato encima y se le retira el papel de la base. Luego se coloca el plato donde se va a servir por encima y se le da la vuelta. Cuando está fría por completo se guarda en el frigorífico. Y lista para disfrutarla bien fresquita. Vais a ver que tiene una textura muy cremosa y es un encanto para el paladar. Os invito que la preparéis, seguro os va a encantar.
¡Hasta la próxima!