Seguimos con las propuestas fresquitas para este caluroso verano. Las tartas sin horno son la opción perfecta para acabar una comida, ya que suelen ser tarta menos pesadas y muy refrescantes. La receta se la vi a Anna y me encantó desde el principio. Y no ha podido quedar más rica, os aseguro que tendréis el triunfo asegurado con ella.
INGREDIENTES:
Para la base:
150 gr. de galletas
100 gr. de mantequilla
Para la tarta:
1 kg. de yogur griego
350 ml. de leche
100 gr. de coco rallado
200 gr. de azúcar
12 hojas de gelatina neutra
Para la decoración:
50 gr. de coco rallado
Unas hojas de menta
PREPARACIÓN:
Trituramos las galletas y mezclamos con la mantequilla que previamente habremos derretido en el microondas. Forramos la base de un molde desmontable de 24 cm. con papel vegetal, y le ponemos spray desmoldante a las paredes del mismo. Vertemos la mezcla de galletas y mantequilla y extendemos con la ayuda de una cuchara, de forma que hagamos una base. Llevamos a la nevera durante media hora.
Ponemos a hidratar la gelatina en agua fría durante unos diez minutos. Mientras tanto, mezclamos el yogur junto con el azúcar, el coco rallado y la mitad de la leche. Calentamos el resto de la leche, sacamos las hojas de gelatina del agua fría y escurrimos y añadimos a la leche caliente, removemos hasta integrar todo. Añadimos a la mezcla de yogur griego e integramos bien.
Sacamos el molde de la nevera y vertemos la mezcla. Llevamos a la nevera un mínimo de 6 horas o de un día para otro.
Desmoldamos, y añadimos el coco rallado por encima. Decoramos con unas hojas de menta.
Es una tarta que congela bien, por lo que si no la vais a tomar entera podéis cortar e introducir en un táper y al congelador.
Espero que os haya gustado esta nueva propuesta. Feliz lunes.