Un día de este verano, fuimos a cenar a casa de unos amigos. Siempre llevo el postre, así que esta vez no podía ser menos. Me decidí por una tarta fría, que había visto en la revista de recetas de Caprabo, y la verdad es que estaba muy buena. Los adornos fueron todo un milagro. Nunca había hecho adornos de chocolate y ya eso era "preocupante", pero es que además, cogí uno de esos días de calor extremo. Cuando los tuve puestos en el papel vegetal, fueron un ratito a la nevera y luego al congelador, en previsión de que, cuando los colocara en la tarta, iban a hacer un viajecito de unos 20 minutos en coche, y con el calor que hacía, era probable que se deshicieran. Y justo eso fue lo que pasó. Ni nevera, ni congelador, ni nada de nada. Cuando llegamos a Olesa, la cobertura se había hecho liquida, había ido "goteando" y arrastrando el chocolate, y aunque lo llevaba en una caja de pastelería, había conseguido salir por una esquinita y mancharme mi precioso vestido negro. Vamos que cuando baje del coche, las perras que tienen nuestros amigos vinieron rápidamente a lamer el vestido, yo corriendo hacia la nevera y Sito, nuestro amigo, haciendo sitio para que entrara en la nevera y no se deshiciera más... que desastre! Menos mal que la foto es de antes y que la tarta estaba muy buena.
Ingredientes:
200g de galletas maría
75- 100g de mantequilla (en pomada)
200ml de zumo de limón
2 sobres de gelatina neutra
500ml de nata (crema de leche)
6 huevos
6 cucharadas de azúcar
La ralladura de la piel de 2 limones
Para la cobertura:
El zumo de 2 limones
El mismo peso en azúcar
La ralladura de 1 limón
Preparación:
Trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla. Rellenamos la base de un molde redondo.
Calentamos el zumo de limón en un cazo y disolvemos la gelatina neutra..
Montamos la nata (crema de leche) y la reservamos en la nevera.
Separamos las yemas de las claras y montamos estas últimas a punto de nieve. Batimos las yemas con el azúcar, hasta obtener una mezcla blanquecina, añadimos el zumo con la gelatina y mezclamos bien.
Agregamos la nata (crema de leche) y mezclamos con cuidado para no bajarla demasiado, a continuación la ralladura y las claras, que mezclaremos con movimientos envolventes.
Echamos la crema en el molde y la dejamos cuajar durante al menos tres horas.
Podemos ir haciendo el sirope mientras tenemos cuajando la tarta. Ponemos todos los ingredientes en una ollita al fuego y sin dejar de mover esperamos hasta que tenga la consistencia que queramos. Tened en cuenta que al enfriar espesará más.
Cubrimos la tarta con el sirope, una vez esté bien cuajada, desmoldamos y adornamos con virutas de chocolate, perlitas o lo que queramos. Esta vez, como os he dicho antes, hice unos adornos en chocolate. Es muy sencillo. Sólo tenéis que derretir chocolate fondant con un pelín de mantequilla en el microondas, luego hacéis las figuras que queráis encima de papel vegetal y dejáis enfriar. Ya veréis que se despegan perfectamente del papel y podéis colocarlas como queráis.
Notas:
Os he puesto la receta tal y como viene en la revista, pero, para variar, yo he hecho varios cambios. No usé gelatina en polvo, hice la equivalencia en láminas, que era lo que tenía en casa y quedó igual de bien. Si no me equivoco fueron 10 láminas.
Para mezclar la nata (crema de leche), en la revista pone que se añada la nata (crema de leche) a la mezcla de yemas y zumo, yo lo hice al revés. A la nata (crema de leche) le añadí la otra mezcla, poco a poco, porque así no se baja tanto.