Empecemos con los ingredientes:
* Base:
-100gr mantequilla
-200gr galletas
* Mousse:
-500ml nata (crema de leche)
-120gr azúcar glass
-4 claras de huevo
-75gr zumo de limón
-ralladura de un limón
-6 hojas de gelatina neutra
-una pizca de sal
* Cobertura:
-1/2 sobre gelatina de limón
-130ml agua
Lo primero que haremos es preparar la base de la tarta. Trituramos las galletas, si tenéis una picadora en un momento lo tendréis listo, si no, como en mi caso, las vamos triturando en un mortero. Calentamos un poco la mantequilla hasta conseguir textura de pomada y la añadimos a las galletas hasta crear una pasta consistente.
Una vez tengamos la mezcla, la ponemos en un molde desmoldable, yo usé uno de 25cm, lo aplanamos bien por toda la base y lo dejamos mínimo 30 minutos en la nevera.
A continuación empezamos con el mousse. Lo primero que haremos será montar las claras a punto de nieve con una pizca de sal. A medio montar añadimos 60gr de azúcar glass. Cuando lo tengamos montado, lo reservamos en un bol.
Paralelamente, calentamos el zumo de limón recién exprimido y sin pepitas. Antes de que empiece a hervir, le añadimos las hojas de gelatina previamente hidratadas según envase, removemos hasta que se disuelvan a fuego muy bajo. Dejamos enfriar un poco.
Ahora toca el turno a la nata (crema de leche).
Montamos la nata (crema de leche) con el resto de azúcar glass.
Y al final le añadimos la ralladura de un limón. Es muy importante rallar solo la parte amarilla y evitar la blanca ya que eso amargaría demasiado.
Terminamos el mousse mezclando las claras a punto de nieve con la nata montada (crema de leche). Seguidamente añadimos el zumo de limón con la gelatina atemperado. Hay que mezclar todo muy despacio y con movimiento envolventes. El zumo de limón no pude estar muy caliente ya que nos licuaría lo demás.
Cuando lo tengamos, sacamos el molde con la base de galletas de la nevera y vertemos la mezcla. Ahora tenemos 2 opciones, congelar la tarta o dejarla 4h en la nevera. Yo prefiero la nevera pero eso ya va un poco a gustos.
Ya para terminar y darle un toque más curioso preparamos una cobertura. Simplemente es preparar gelatina de limón según las instrucciones del envase, dejarla atemperar un poco y verterla sobre nuestra tarta y nuevamente o congelarla o dejarla de un día para otro en la nevera.
Y ya solo nos queda desmoldar y disfrutar de esta rica tarta. Si os habéis decantado con el congelador, es mejor sacarla un poco antes de comerla.
Espero que os guste, hasta la próxima!