Hoy os propongo una tarta que a mi me encanta. Es súper fresca, suave y con un sabor increíble, perfecta para tomar después de una comida copiosa.
La tarta la he preparado en muchas ocasiones y con frutas distintas y el resultado siempre es el mismo, deliciosa!! La última vez que la he preparado ha sido este fin de semana para celebrar mi cumpleaños, lo cierto, es que no es una tarta espectacular para un cumpleaños pero si es una tarta muy agradable y que aliviará un poco de lo comido anteriormente.
Ingredientes
Para la base:
- 8 sobaos
- Zumo de la macedonia (o almíbar según que tipo de macedonia uséis)
Para el cuerpo:
- 200 gr de queso cremoso light
- 200 ml de nata (crema de leche) baja en grasa
- 100 gr de azúcar blanco
- 2 yogures griegos
- 200 gr de macedonia (en mi caso de piña, papaya y guayaba)
- 5 cucharadas de zumo de mango
- 10 gr gelatina en láminas
Para la cobertura:
- 200 ml de zumo de mango
- 150 gr de mermelada de piña y mango
- 3 láminas de gelatina
Preparación
Comenzamos poniendo a hidratar los 10 gramo de gelatina.
Mientras tanto, pasamos la macedonia de frutas por la batidora o picador hasta obtener un puré y reservamos. Montamos también, la nata (crema de leche) y reservamos.
Para montar la base, desmigamos los sobaos y los colocamos sobre el fondo de un molde o de la fuente de servicio si vamos a usar un aro de emplatar grande para montar la tarta. Presionamos bien los trozos de sobao para que se compacten y, con ayuda de un pincel, los empapamos bien con el zumo de la macedonia.
Por otro lado, ponemos al fuego las 5 cucharadas de zumo de mango y dejamos que caliente pero sin que llegue a hervir. Cuando el zumo esté lo suficientemente caliente, retiramos del fuego y añadimos la gelatina ya hidrata. Removemos para que se integren ambos elementos y, dejamos atemperar.
Mientras se templa el zumo, ponemos en un cuenco el queso, los dos yogures, el azúcar, el puré de macedonia y mezclamos teniendo cuidado de no de dejar grumos del queso o de los yogures.
A continuación, agregamos el zumo con gelatina y removemos rápidamente para que se formen coagulos de gelatina.
Añadimos también, con movimientos envolventes, la nata (crema de leche) que teníamos montada y, la integramos perfectamente.
Volcamos esta mezcla sobre la base de sobaos que teníamos reservada y metemos al frigorífico durante unas 4 horas.
Pasadas estas 4 horas, la tarta habrá comenzado a cuajarse y tendrá la firmeza suficiente para poder añadir la cobertura.
Para preparar la cobertura, ponemos a hidratar las 3 láminas de gelatina. Por otro lado, ponemos en un cazo, el zumo con la mermelada y lo calentamos hasta que la mermelada esté completamente deshecha.
Retiramos el cazo del fuego y añadimos la gelatina hidrata, removemos bien y dejamos atemperar unos minutos.
Pasados un par de minutos, vertemos con sumo cuidado la cobertura sobre la tarta y, dejamos enfriar por completo antes de consumir...a disfrutar.