Con la tarta de hoy tengo que admitir que he hecho todo un descubrimiento, tal es así que la hice dos veces en quince días.
Es una de esas tartas que sorprenden por su sencillez. Es rápida de hacer y desaparece en cuanto llega a la mesa.
Son sólo cinco ingredientes, no me digáis que es complicado.
Lo más difícil de todo es escoger unas manzanas que aguanten el calor sin deshacerse demasiado. No confundamos con manzanas verdes, que no es eso. Mi frutero me recomendó unas del tipo Fuji y como se ve en las fotos, aguantaron bastante bien.
Se puede comer templada y está buenísima. ¿Verdad que apetece? Pues hala, nos ponemos el delantal.
Ingredientes:
– 5 a 7 manzanas
– 2 cucharadas de mantequilla fundida
– 2 cucharadas de azúcar.
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– 110 grs. de mantequilla
– 110 grs. de azúcar
– 1 cucharada de zumo de limón
– 1 lámina de hojaldre.
Elaboración:
Precalentamos el horno a 190° C y disponemos todos los utensilios e ingredientes que vayamos a utilizar
Descorazonamos, pelamos y cortamos en mitades las manzanas. Las ponemos en un bol con la mantequilla fundida y las dos cucharadas de azúcar. Removemos para que se impregnen bien y reservamos
Ahora, necesitamos un recipiente que podamos utilizar tanto en la cocina como en el horno. Tengo una sartén de hierro fundido que además de servir para ambas cosas, tiene el tamaño ideal.
En la sartén ponemos el resto de la mantequilla, el azúcar y el zumo de limón y llevamos al fuego medio-alto.
Como no queremos que se caramelice lo vamos removiendo y cuando rompa a hervir colocamos las mitades de manzana hacia abajo y lo más juntas posible. Tenemos que tener en cuenta que van a reducir su tamaño con la cocción.
Cuando de nuevo el líquido vuelva a hervir pasaremos la sartén al horno durante unos 20 minutos.
Extendemos la masa de hojaldre y la cortamos un poco más grande que el tamaño de la sartén. Me vino muy bien para ello un molde con forma de aro que se adapta al tamaño que pueda necesitar.
Pinchamos con un tenedor la masa para que no adquiera volumen al cocinarse
y colocamos sobre las manzanas, remetiendo los bordes hacia abajo para que haga de contención.
Llevamos de nuevo al horno que continúa a 190°C, otros 30 ó 35 minutos. Hasta que el hojaldre esté dorado.
Dejamos enfriar durante una media hora y volcamos sobre la fuente en que vayamos a servirla con el hojaldre hacia abajo.
Creo que se puede comer templada porque lo difícil es esperar a que enfríe.
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