¡Hola amig@s! Hoy traemos a Cocina Familiar una tarta muy sencilla y tradicional en la repostería inglesa, la tarta Victoria, bizcocho Victoria, sándwich Victoria… Tiene muchos nombres pero todos ellos nos llevan hasta una tarta deliciosa que nos trae nuestra colaboradora Patricia, autora del blog Patty’s Cake. Seguro que os va a encantar. Y si queréis seguir el trabajo de Patricia día a día, con recetas actualizadas, no dejéis de pasaros por su página de Facebook.
Tarta Victoria con fresas, la receta:
¡Hola a tod@s, mis chicos y chicas de Cocina Familiar! Hoy os traigo una receta deliciosa, aparte de fácil y simple. La tarta Victoria es uno de los clásicos en la repostería inglesa. La base de esta tarta es un bizcocho esponjoso (sponge cake) aunque firme, muy parecido al bizcocho de cuatro cuartos. Los “sponge cakes” se creen que fueron uno de los primeros bizcochos que se hicieron sin levadura de cerveza, la levadura fresca de panadería que todos conocemos. La primera aparición de la que se tiene constancia de una receta de estos bizcochos es en un libro inglés de principios del siglo XVII.
La tarta Victoria recibe su nombre por la Reina Victoria del Reino Unido de gran Bretaña e Irlanda y Emperatriz de la India, más conocida como La Reina Victoria de Inglaterra. Al morir su marido, la reina Victoria se quedó apartada de la vida pública, pero pasado el tiempo de duelo, la reina empezó a hacer reuniones de nuevo en palacio. A la Reina Victoria le gustó mucho la costumbre que había impuesto su dama de compañía, la Duquesa de Bedfordshire, de tomar pequeños pasteles y sandwiches con un té entre el almuerzo y la cena, para que los estómagos no rugieran. Para tomar con el té, la reina prefería tomar un trozo de bizcocho (sponge cake) con mermelada, tradicionalmente de frambuesas, relleno de nata (crema de leche) (crema de leche) y espolvoreado con azúcar caster. A partir de entonces, a este bizcocho se le llamó “tarta Victoria”. Como veis, la nuestra es una adaptación de la receta original, ya que le hemos puesto mermelada de fresas y lo hemos espolvoreado con azúcar glas. Es muy típico encontrarse también esta tarta con estos sabores y es que así está también de miedo. Pero, bueno, vamos ya a ver la receta que seguro que estáis impacientes.
Tarta Victoria con fresas, ingredientes:
Para el bizcocho:
250 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente, 250 gr. de azúcar, 5 huevos M, 1 cucharadita de extracto de vainilla, 250 gr. de harina, 2 1/2 cucharaditas de levadura química (polvos de hornear), 3 cucharadas de agua templada, si hace falta.
Para el relleno:
400 ml. de nata (crema de leche) para montar (crema de leche), 100 gr. de azúcar glas, unas gotas de aroma de vainilla incoloro (opcional), 200 gr. de mermelada de fresa, agua.
Para la decoración:
Azúcar glas y 10 ó 12 fresas medianas
Tarta Victoria con fresas, preparación:
Del bizcocho:
Precalentamos el horno a 180°C, calor arriba y abajo, sin ventilador. Engrasamos y forramos dos moldes de 20 cm. de diámetro con papel de horno.
En un bol grande, ponemos el azúcar y la vainilla y lo batimos bien hasta que tengamos una masa esponjosa y clarita. Tamizamos la harina junto con la levadura y reservamos.
Añadimos ahora dos de los huevos, ligeramente batidos, la vainilla y la mitad de la harina. Mezclamos y batimos bien hasta que tengamos una masa homogénea.
Batimos ligeramente el resto de los huevos y los incorporamos a la mezcla junto con la harina que nos queda. Si la masa queda demasiado espesa (como fue mi caso), añadir las cucharadas de agua templada y volver a batir hasta que esté todo bien mezclado. Repartir la masa entre los dos moldes y los metemos en el horno, en la bandeja del medio, durante unos 30-40 minutos. (Ya sabéis que cada horno es un mundo, pero a partir de los 30 minutos ya podéis probar con un palillo, pinchando en el centro del bizcocho y si sale limpio, está listo. Si no, a esperar un poco más). Hay que ser pacientes.
Sacamos del horno cuando esté listo y lo dejamos enfriar sobre una rejilla cinco minutos, en el mismo molde. Luego, sacamos y dejamos que se enfríe totalmente en la rejilla.
Del relleno:
Para preparar el relleno, montaremos la nata (crema de leche) intentando que no nos quede demasiado dura. (Si tenéis dudas sobre cómo montar la nata (crema de leche), en los consejos os he puesto una nota). Añadimos el azúcar glas tamizado, y lo mezclamos con ayuda de una espátula, para que no se baje. Si queréis darle un toque de vainilla a vuestra nata (crema de leche), podéis añadirle antes del azúcar un poco de aroma de vainilla incoloro, para que no pierda el bonito color blanco de la nata (crema de leche). Es opcional.
Montaje:
Recordad que para el montaje el bizcocho tiene que estar completamente frío o si no, la nata (crema de leche) se derretirá.
Para montar la tarta, nivelaremos uno de los bizcochos que nos servirá de base, cortando la parte que sobresalga, si nos ha salido con montañita, claro. Lo pondremos en el stand donde lo vayamos a presentar. Cubriremos con la mermelada de fresa, en primer lugar. Luego, ponemos una capa generosa de nata (crema de leche) encima. Ponemos el otro bizcocho encima de la tarta.
Cogemos las fresas, las limpiamos, las secamos muy bien y las cortamos en láminas (a mí de cada fresa me salieron cuatro láminas).
Ponemos las fresas alrededor de la tarta y espolvoreamos el bizcocho con abundante azúcar glas. Terminamos de decorar con otras fresas encima. ¡Listo! Una deliciosa tarta para disfrutarla en buena compañía.
Tarta Victoria con fresas, consejos:
Este bizcocho está hecho de mantequilla. Si lo metéis en el frigorífico se pondrá muy duro, sólo tenéis que sacarlo unas horas antes de tomarlo (dependiendo de la temperatura que tengáis en vuestra casa) para que vuelva a coger la textura de recién hecho.
Recordad que para que la nata (crema de leche) se monte bien y rápido, tenemos que haber metido unos 15 minutos antes, el bol en el congelador, junto con las varillas; y unos cinco minutos antes, meter la nata (crema de leche) (crema de leche). El bol que uséis si es metálico mucho mejor porque se enfría antes y guarda más el frío. Y si podéis, montar la nata (crema de leche) sobre unos bolsa de cubitos de hielo. Así no fallará.
Si la mermelada que tenéis es demasiado espesa, podéis hacerla más líquida calentándola un poco y añadiéndole una o dos cucharadas de agua. La dejáis enfriar un poco y volverá a coger cuerpo, pero un poco más líquida.
Otra receta recomendada de una tarta casera:
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