Hace algunos meses publiqué una de mis recetas "fetiche", de esas con las que nunca fallas y que siempre te piden las proporciones. Pero lo mejor de todo es que la hizo mi hija: Tiramisú de Cola-Cao.
En ese post os contaba la historia tan especial que hay detrás de este postre que me acompaña desde mis días de restauradora subida a un andamio. También os hablaba de Silvia, la compañera que nos provocó a todos una dependencia eterna al mascarpone. Pues bien, esta variante en parte también es suya. ¿Alguna vez habéis hecho un tiramisú de fruta? Tenéis que probar este TIRAMISÚ CON PIÑA CARAMELIZADA.
INGREDIENTES:
200 gr. de queso mascarpone
50 gr. de azúcar blanca
3 huevos
Bizcochos savoiardi o parecidos
1 lata de piña en almíbar
Azúcar morena
Mojar los bizcochos en el almíbar de la piña. Normalmente se necesita mas almíbar del que viene en una lata, por lo que yo suelo tener mis reservas de otros postres en los que no necesito tanta cantidad. Lo guardo y lo congelo para los días de tiramisú. Los bizcochos savoiardi son un poco más caros, y suelo sustituirlos por unos duros y alargados de Cuétara. Tienen que quedar blanditos por fuera y duritos por dentro.
Blanquear las 3 yemas con el azúcar y, cuando estén listas, añadir el queso mascarpone y mezclar bien. Montar las tres claras a punto de nieve e incorporarlas a la crema anterior de abajo arriba, intentando no aportar aire.
Para montar el postre, poner en la base del recipiente escogido una capa de los bizcochos remojados en el almíbar, añadir otra bastante gruesa de crema y terminar con la rodaja de piña.
Y aquí es donde está el "puntito" de esta receta. Las rodajas de piña están puestas al fuego en una sartén y caramelizadas con un poco de azúcar moreno. ¡Impresionante!
Y esto es todo. ¿Os ha gustado esta interpretación del tiramisú?