¡Madre mía! Un mes más y otra cita con el Reto "Alfabeto Dulce" y este mes con un ingrediente fantástico, al menos para mi, porque el queso me requetechifla... Le pondría queso a todo... y cualquier tipo de queso además, porque me gustan todos, desde los suaves hasta los más fuertes.
Pero por otro lado y teniendo en cuenta que el queso es un ingrediente que a priori todos pensábamos que iba a dar mucho juego en este #retoalfabetodulce, lo que ha hecho ha sido complicar este reto para mi. Quería huir del típico cheeesecake, así que he estado pensando y al final he decidido preparar otro postre que también es todo un clásico pero dando un giro a su presentación más tradicional.
Me estoy refiriendo ni más ni menos que al típico tiramisú, pero en este caso, la receta que he preparado es una variente muy particular con fresas y frambuesas.
El tiramisú es un postre frío que se sirve en capas. Existen numerosas variantes a partir de una serie de ingredientes base. Se compone siempre de un ingrediente sólido humedecido en café sobre el que se superpone una crema realizada a base de huevos batidos y azúcar y se espolvorea con cacao.
Partiendo de esta base, normalmente el ingrediente sólido suelen ser los bizcochos de soletilla, galletas o lady fingers, Los huevos pueden ser batidos por separado, por un lado las claras a punto de nieve y por otro las yemas con el azúcar. El queso que se utiliza suele ser mascarpone o cualquier otro queso fresco cremoso. El café es sólo y se le puede añadir Amaretto o cualquier licor para potenciar su sabor. Y el cacao se utiliza para dar mayor contraste.
También la presentación puede ser en forma de tarta, se prepara en un molde y luego se corta en porciones, o como yo lo he preparado, en formato individual, que también es más cómodo a la hora de tomarlo.
Ingredientes
Para la gelatina de frambuesas
200 gr. de frambuesas congeladas
50 gr. de azúcar
2 hojas de gelatina neutra
Zumo de 1/2 limón
Para el tiramisú de fresas
10 bizcochos tipo lady fingers
1 vaso de café expresso
2 cucharadas de Baileys
1 huevo (separada la clara y la yema)
250 gr. de queso mascarpone
40 gr. de azúcar
150 gr. de fresas congeladas
30 gr. de azúcar
Cacao en polvo sin azúcar
Pistachos (picados)
Hojas de hierbabuena
Elaboración
Hidratamos las hojas de gelatina en un recipiente con agua.
En un cazo ponemos al fuego las frambuesas y el azúcar y dejamos que hiervan y se disuelva bien el azúcar. Retiramos del fuego y cuando se hayan enfriado un poco añadimos las hojas de gelatina bien escurridas.
Llenamos con la compota el fondo de los vasitos y regrigeramos unas 3 horas.
Cuando la compota haya gelificado, mezclamos el café y el Baileys y remojamos los bizcochos. Vamos colocando una capa de bizcochos empapada en café sobre la capa de frambuesas.
Para preparar la crema de mascarpone batimos la yema de huevo con la mitad del azúcar. Añadimos el queso y seguimos batiendo hasta que esté bien integrado. Por otro lado montamos la clara a punto de nieve con el resto del azúcar y la incorporamos a la crema anterior con ayuda de una espátula con movimientos envolventes.
Colocamos unas fresas laminadas en los laterales de los vasitos. Llenamos los vasitos con la crema de mascarpone y refrigeramos. Unas 2 horas.
Cortamos las fresas en trocitos y las mezclamos con el azúcar para que suelten todo su jugo. Llenamos hasta el borde, los vasitos con las fresas en trocitos. Espolvoreamos con cacao y pistachos picados y adornamos con una hoja de hierbabuena.
De los tipos de tiramisú de los que había oído hablar, éste me parecía que tenía que ser el más sabroso, además qué decir de la combinación de las fresas y las frambuesas que tanto me gusta, y como éstas pueden ser congeladas, no hay tanto problema para prepararlo en cualquier época a pesar de no ser temporada de fresas.
Pero es que no os podéis ni imaginar la cantidad de variantes que admite este postre. Después de haberlo preparado leí un poco más acerca de él (yo como siempre al revés) y descubrí un sin fin de posibilidades que me he apuntado para experimentar.
Tiramisú de limón, de naranja, de chocolate, de pistacho, de gelatina, de galletas, de turrón... y estos son sólo algunos de ellos, porque creo que este postre y siempre respetando la base, es ideal para dejar volar nuestra imaginación.
Y vosotros ¿qué habéis preparado? Ainsssss qué nervios...