INGREDIENTES
- 1 barra de Pan de Torrijas o pan del día anterior
- 2/3 l. de Leche
- 250 gr. Azúcar
- 4 cc. Canela en polvo
- La piel de un limón
- Aceite de Oliva
- 2 Huevos
ELABORACIONPara esta receta es preferible que no os fijéis en las cantidades porque dependen mucho de la cantidad de torrijas que queráis hacer y del tipo de pan que utilicéis, para orientarnos inicialmente con un par de huevos grandes, dos tercios de litro de leche y 250 gr. de azúcar podemos convertir una barra de pan normal en unas 12 - 15 torrijas aproximadamente. Lo bueno de no poner cantidades fijas es que siempre podéis ir añadiendo más de lo que necesitéis sobre la marcha....es decir, que podéis rectificar a vuestro gusto en cualquier momento.
Antes de empezar a hacer las torrijas vamos a "endulzar" la leche, para lo que la pondremos en un cazo al fuego y añadiremos la mitad del azúcar y la mitad de la canela. Si tenéis canela en rama es mucho mejor que la que viene ya en polvo para realizar este paso, simplemente sustituiríamos una rama de canela por 2 cc. de canela en polvo. Añadimos también la piel de limón y llevamos a ebullición sin dejar de remover. Cuando ya se hayan infusionado los ingredientes, dejamos enfriar y retiramos la rama de canela y la piel del limón.
En un bol aparte mezcla el resto del azúcar y las 2 cc. de canela en polvo restantes. Mueve bien la mezcla para que se distribuya la canela por todo el azúcar. Esta es la mezcla que utilizaremos para darle el toque final a nuestras torrijas, resérvala.
Cortamos el Pan de Torrijas o la barra de pan de ayer en rodajas de unos 2 cms. de grosor.
(Si no tenéis pan de ayer podéis ver cómo se hace pulsando sobre el enlace).
Una vez. cortado, remojamos cada rodaja de pan en la leche que ya estará fría para que queden bien empapadas.
Las pasamos por huevo batido y las freímos (con cuidado de no romperlas) en una sartén con abundante aceite de oliva.
Si vais a hacer muchas torrijas es conveniente organizarse bien todos los pasos y colar el aceite con frecuencia para que no queden restos negros de huevo que afeen nuestras torrijas.
Deposita las torrijas sobre un papel de cocina para eliminar el exceso de aceite y cuando ya no haya riesgo de que te quemes rebózalas bien por todas partes con la mezcla de azúcar y canela en polvo.
Déjalas reposar en una fuente con fondo (irán soltando algo de líquido con el paso de las horas) y conserva la leche "endulzada" que te haya sobrado para poder remojarlas después si vas a consumirlas, por ejemplo, al día siguiente. Con el frío de la nevera y el paso de las horas van perdiendo humedad.