Es quizás el lunes más raro y duro que nos esté tocando vivir, quizás por ser tan extraño, por lo menos yo estoy con la cabeza en otra parte, no me hago a la idea de que ésto está pasando. Mis hijos alucinan, y es nuevo todo para ellos, pero yo les digo que a mis 44 años para mí también es una situación novedosa, y sobre todo difícil. Todos tenemos padres, suegros... todos ellos población de riesgo por el coronavirus, pero es que tampoco sabemos si nosotros lo pillamos cómo podemos reaccionar ante la enfermedad, está muriendo gente joven también, aunque siempre con la coletilla "con patologías previas", que debe ser que eso nos tranquiliza, pero, ¿se puede considerar una patología previa el asma?, porque, ¿cuántos niños no hay con asma en España?. Ayer mismo el cantante Ramoncín, en una tertulia, instaba a las autoridades a decir el número de personas jóvenes que estaban muriendo, para así concienciar a la gente joven sobre la gravedad de la situación, ya que durante la última semana hemos visto muchas conductas irreponsables por parte de algunos sectores de la población, y la verdad es que no sería mala idea que las autoridades nos dieran esa información.
Lo único que quizás me relaja en esta situación es cocinar, como siempre una de las mejores terapias para esta situación que estamos viviendo. Y espero que desde el blog os ayude con esa terapia, y preparéis algunas de mis recetas, lamentablemente es lo único en que puedo ayudar. Tenemos que ceñirnos a ingredientes de andar por casa en nuestras próximas recetas, pues no está la cosa para salir a comprar y buscar ingredientes raros. Por eso hoy os traigo una receta bien sencilla, pero no por ello menos rica, una tortilla de espinacas. Mis espinacas eran frescas, pero podéis usar espinacas congeladas.
INGREDIENTES:
350 gr. de espinacas frescas
1 chorreón de vinagre
1 diente de ajo
1 cebolleta
150 gr. de queso rallado (podéis usar el que más os gusta)
5 huevos
Sal
Pimienta
Aceite de oliva virgen extra
PREPARACIÓN:En una sartén con un par de cucharadas de AOVE pochamos la cebolleta cortada en cuadraditos y el ajo también picado. En un cazo con abundante agua salada y un poco de vinagre cocemos las espinacas picadas durante unos cuatro o cinco minutos. Una vez cocida escurrimos bien y añadimos a la sartén donde tenemos la cebolla y el ajo, rehogamos unos minutos.
Batimos los huevos y salpimentamos éstos, añadimos el queso rallado y también lo que tenemos en la otra sartén (espinacas, cebolleta y ajo). Mezclamos bien. Ponemos a calentar una sartén con unas gotas de aceite de oliva virgen extra, que cubran todo el fondo. Una vez caliente el aceite añadimos la mezcla y dejamos que se cocine a fuego bajo.
Cuando veamos que la parte de abajo ha cogido cuerpo damos la vuelta a la tortilla con la ayuda de un plato grande, y dejamos que se cocine totalmente. Comprobamos que no esté cruda por dentro y servimos.
Bueno, ya habéis visto que no es nada complicada, y que el resultado resulta riquísimo, incluso para los niños que ahora tenemos en casa, veréis cómo disfrutan de esta tortilla.
Y a vosotros que me leéis os deseo que estéis bien, que sobrellevéis lo mejor posible esta cuarentena (para los que nos quedamos en casa), y sobre todo GRACIAS CON MAYÚSCULAS a aquellos colectivos que trabajan para que no nos falte nada en nuestras despensas, y sobre todo a todo el sector sanitario, porque ellos están siendo los verdaderos HÉROES de esta batalla.
Fuente: este post proviene de Atrapada en mi cocina, donde puedes consultar el contenido original.
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