Que hay más rico que unas deliciosas tortitas. ¿A que se os hace la boca agua nada más pensar en ellas?
Y ¡ay!, también se nos viene a la cabeza los kilitos de más, el azúcar, uff.
Pues con estas no vais a tener tantos remordimientos porque no llevan nada de harina, ni de azúcar refinado en la receta. Y si encima les ponemos unas deliciosas frutas en vez de una montaña de nata (crema de leche) regada con chocolate o siropes, pues ya tenemos un desayuno sano y completo e incorporando una de las raciones de fruta diarias.
Para prepararlas he utilizado batata. Este tubérculo semi dulce nos hace las veces de la harina.
Así nos quitamos refinados de en medio y además no nos gastamos un dineral en harinas sin gluten. ¡Todo en uno!
¿Os animáis a prepararlas?
Ingredientes:
210 g de batata horneada
2 huevos
3 cucharadas (unos 52 g) de mantequilla de cacahuete (casera o de la que hay que sólo es cacahuete, sal y aceite)
1/4 cucharadita de bicarbonato
1/2 cucharadita de vinagre
Para acompañar yo he usado kiwi, granada, semillas de sésamo y de chia, y un poquito de sirope de arce. Podéis poner los ingredientes que más os apetezcan a vuestro gusto.
Elaboración:
Lo primero que tenemos que hacer es preparar la batata. Lo mejor, hacerlo el día de antes.
Ponéis las batatas en una bandeja de horno y las horneáis a 200C durante una hora aproximadamente. Pinchadla para saber si está, tiene que estar blandita.
Sacamos del horno, la dejamos enfriar y la pelamos.
La chafamos con un tenedor y la guardamos en el frigorífico.
Para hacer las tortitas batimos el huevo con el bicarbonato y el vinagre.
Añadimos la mantequilla a la batata y mezclamos bien.
Incorporamos el huevo batido e integramos bien.
Y ya tenemos la masa lista.
Ponemos una sartén pequeña al fuego con unas gotitas de aceite.
Cuando esté caliente echamos unas dos cucharadas de masa.
Dejamos que dore por un lado y damos la vuelta.
Retiramos de la sartén y emplatamos con los ingredientes que hayamos elegido.
Yo he puesto una capa de tortita, unas rodajas de kiwi, otra tortita, otras rodajas de kiwi (y así hasta el infinito y más allá jajaja…). Unos granos de granada, semillas de sésamo caramelizado con panela, semillas de chía por encima y todo regado con un buen sirope de arce.
¡Y a disfrutar!