Hoy os traemos un entrante de esos que se quedan grabados en la memoria y en el paladar. Estas tostas juegan con la combinación de sabores y harán las delicias hasta de los paladares más gourmand. ¿Preparados para conquistar estómagos?
¿Qué necesito? (para 6 tostas)
200 gr de queso Idiazábal
50 gr de jamón de Guijuelo
6 higos maduros
6 rodajas de un buen pan
Aceite de oliva virgen extra
¿Cómo lo hago?
Primero lavamos los higos y los cortamos en rodajas no muy finas.
Preparamos también el queso cortándolo en triángulos. Hemos escogido el queso Idiazábal por dos razones, la primera es el sabor intenso que tiene y que le da el contrapunto perfecto al dulzor de los higos; la segunda es que es un queso que se funde muy bien así que es perfecto para el horno.
Cortamos las rodajas de pan. Escoger un buen pan, que sea contundente para soportar el peso y sabor de los otros ingredientes, es fundamental.
Montamos las tostas colocando el queso encima del pan y los higos sobre el queso. Con la ayuda de un pincel de cocina, pintamos los higos con un poco de aceite de oliva virgen para que se hagan mejor y para que tengan ese brillo que te abre el apetito solo con verlo.
Horneamos las tostas a 180º hasta que veamos que el queso está totalmente fundido.
Mientras se hacen las tostas en el horno, cortamos el jamón en tiras no muy grandes y lo hacemos vuelta y vuelta en una sartén con una gota de aceite de oliva. Por supuesto podéis usar cualquier jamón serrano que os guste. Nosotras esta vez decidimos tirar la casa por la ventana y usar un exquisito jamón de Guijuelo.
Cuando las tostas estén listas las sacamos del horno y colocamos sobre ellas las tiras de jamón.
Servimos y devoramos.