Entre sus propiedades saludables se encuentran la poca cantidad de grasa que contiene, además de una casi total ausencia de colesterol. También es un tipo de carne muy digestiva, y una buena fuente de vitamina B, y minerales como el zinc y el fósforo.
Para empezar a aconsejaros sobre cómo sacarle partido al pollo, debemos remontarnos a la cría. Indudablemente, el pollo criado al aire libre posee un sabor más intenso y agradable al paladar. Eso sucede porque se mueve más y recibe una mejor alimentación que los pollos criados de manera más industrial. Además, la carne de este pollo conocido como 'de corral' es mucho más saludable al tener menos grasa.
Si la carne del pollo es amarilla, eso indica que que proviene de granjas ecológicas, es decir, que se ha criado al aire libre, con métodos tradicionales. No obstante, ahora mismo esta condición es irrelevante, ya que en las granjas de explotación ganadera industrial se incorporan aditivos en la comida de los animales para lograr que su carne sea amarillenta.
A la hora de conservarlo, el método ideal es el congelado. Os aviso que el pollo dura muy poco tiempo en buenas condiciones fuera del congelador, aunque lo mantengáis en la nevera. Por ello, es ideal descongelarlo y comerlo cuanto antes, mejor.
Las diferencias entre las partes más consumidas del pollo, el muslo y la pechuga, son bastante sencillas. Aparte de lo obvio, la forma, el muslo es un poco más calórico que la pechuga. No obstante, es en la piel del muslo donde se sitúa la mayor parte de la grasa, por lo que retirándola, obtendremos un menor aporte de calorías. El muslo de pollo es más rico en vitaminas A, B1 y B2 que la pechuga, y también en hierro. La última diferencia entre ambos es el color de la carne. La del muslo es un poco más oscura, debido a que el animal la ejercita más durante su vida.
Hay millones de ideas con el pollo como protagonista, ya que se trata de una carne muy versátil y que combina con todo. Mi consejo es que lo probéis con frutas como la piña, el membrillo, el limón... Y que añadáis bebidas como vino, cerveza o sidra, a los guisos. Veréis que buenos platos os quedan.
Para terminar, aquí os dejo dos recetas con pollo de nuestras amigas de facilísimo.com, que seguro que os encantan.
Ingredientes para None comensales
Muslos de Pollo,Aceite de Oliva,Cebolla,Perejil,Vino Blanco,Harina,AguaRebozamos los muslos de pollo con un poco de harina para que no salten al freírlos. Echamos aceite de oliva en una cazuela, y freímos los muslos de pollo. Cuando estén dorados, los sacamos y reservamos
Pochamos la cebolla y el perejil en la cazuela, con un poco de aceite. Añadimos vino blanco al gusto y un poco de agua. Añadimos los muslos reservados
Por último, dejamos cocer hasta que estén hechos.
Ingredientes para 4 comensales
Pechugas de pollo 4 unidades nata (crema de leche) de cocinar 1/2 l. sopa de cebolla 1 sobreSe rebozan las pechugas con el contenido del sobre de sopa de cebolla. A continuación, en una fuente de barro ( a ser posible ) apta para el horno, se le echa la nata (crema de leche) en el fondo y se ponen las pechugas encima ( previamente rebozadas en el sobre de la sopa de cebolla, sin freir) y se meten al horno a 190 grados duante media hora.
Fuente: Revista Cocina Ligera y Vida Sana
¿Conoces alguna otra receta con pollo?