Hasta hace relativamente poco, la trufa era para unos pocos privilegiados. Hoy ya es más común, aunque sí que es verdad que comprar trufa fresca es caro. Pero en casi todos los restaurantes tienen algún plato que incluye este hongo. O en nuestras casas, ya mucha gente tiene un botecito con una trufa, o compra algún producto ya trufado como pueden ser la longaniza, o huevos...
Hay varios tipos de trufa, pero para mí la mas cercana es la Tuber melanosporum o trufa negra.
Aragón, de donde yo soy, es una de las regiones del mundo donde más trufa negra se produce. La trufera es la zona en donde crecen las trufas. Hay truferas silvestres, aunque son cada vez menos debido a que hay menos agricultura y ganadería. Y al haber menos, los bosques no están tan cuidados. No se poda y no se limpian los bosques de maleza, y la trufa necesita un terreno despejado y que tenga cierta insolación. También la población de jabalí ha aumentado. Y son unos animales que son grandes depredadores de trufas.
El otro tipo de truferas son las de cultivo. Han aumentado en los últimos años. Se pueden producir creando las necesidades que este hongo necesita. Incluso se pueden instalar sistemas de regadío para el caso de que fuera un año de sequía. Y de esta manera tener asegurada cierta producción y calidad.
Os dejo un enlace de un programa emitido hace poco en el que se habla sobre este manjar, su recolección y su uso en la cocina.
http://www.rtve.es/alacarta/videos/agrosfera/agr-tr-graus/3466269/
Me fascina el aroma que desprende la trufa. Pero la idea de utilizarla en algún postre fue ojeando un libro que tengo llamado Trufas: guía y recetas. Allí hay muchísimas recetas pero la que mas me llamó la atención fueron las trufas heladas de toda la vida.
Para hacer esta receta no he seguido la receta del libro, que lleva café, leche condensada y licor de plátano. Ni tampoco la forma de hacerlas. Lo que he hecho es adaptar la receta de las trufas que mas me gustan. Las que se han hecho toda la vida en mi casa. Las trufas de mi abuela.
A continuación os dejo la receta. Disfrutadlas. ¡Y ya me contareis!
Con estas cantidades salen unas 30 trufas de unos 15 gr cada una.
Dificultad: Faciliiiiiisimo
Tiempo: 20 minutos
Ingredientes:
- 200 gr de chocolate negro (70 %)
- 100 gr de azúcar glas
- 100 gr de mantequilla
- 1 yema de huevo
- Unos 60 ml de brandy trufado (Es el brandy en donde conservamos las trufas que no son frescas). Ya es vuestro gusto si queréis con mas sabor a brandy o mas suaves.
- 15 gr de trufa negra rallada
- Cacao en polvo para rebozar
Elaboración:
- Fundimos el chocolate y la mantequilla y los mezclamos. Yo lo hago en el microondas en la función de descongelar.
- Añadimos la yema de huevo, el azúcar glas, el brandy y la trufa rallada. Mezclar bien. Si lo queremos con mas sabor a brandy, es el momento de añadir mas.
- Dejamos en el frigorífico unas horas para que coja consistencia y podamos bolear bien.
- Con las manos vamos haciendo bolas imperfectas. La idea es que sean imperfectas como los hongos.
- Las pasamos por cacao en polvo. Reservamos en la nevera en un recipiente cerrado hasta su consumo. Yo antes las ponía en el congelador, pero me di cuenta de que perdían bastante aroma.
A disfrutar!