Nada me gusta mas que llegar al sábado con la suficiente energía como para no levantarme excesivamente tarde, si, me gusta madrugar los días de fiesta, lo cierto es que, en casa, los tres somos poco perezosos… de esta forma aprovechamos un montón los días libres!
Dedicar esos primeros momentos de un día relajado y sin horarios a preparar un desayuno ligero y rico (sin necesidad de un cafe que termine de abrirme el ojo) me encanta! y aunque he de reconocer que muy cocinillas no soy, cuando tengo un antojo, no lo puedo evitar y me pongo enseguida a ello. Y esto mismo me paso el fin de semana pasado, cuando me levanté exactamente con ganas de comer algo rico y fresco que no me dejara el estomago demasiado lleno. Con unas frutas rojas que me habían sobrado para decorar el postre del cumpleaños de Eneko, unos yogures, cereales y un poco de mermelada, me quedó un desayuno de lo mas apetecible, nos os parece?
Y vosotros que hacéis el finde? remolonear entre las sabanas o madrugar?
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