¿Quién no ha comido las rosquillas que hacían nuestras abuelas? Su olor y su sabor es inigualable, con esta receta conseguiréis un desayuno o merienda, muy fácil de hacer, con unos resultados excelentes.
Ingredientes:
200g de harina de trigo
100g de harina de maíz
8g de levadura en polvo
50g de azúcar
4 cucharadas de zumo de naranja
3 cucharadas soperas de aceite de girasol
1 huevo
1/2 copa de anís
Ralladura de piel de naranja
Una pizca de sal
Azúcar glass para espolvorear.
Preparación
En primer lugar, en un bol grande mezclaremos la harina de trigo, la harina de maíz y la levadura, previamente tamizadas.
Después, formaremos un círculo en medio de las harinas y añadiremos el huevo, el azúcar, el zumo de naranja, el aceite, el anís, la ralladura de naranja, una pizca de sal y mezclaremos muy bien, hasta que queden todos los ingredientes integrados.
Sacaremos la mezcla fuera del bol e iremos amasando, hasta formar una masa lisa.
Dejaremos reposar, medio tapado por un paño y papel film.
Transcurrido este tiempo, formaremos las rosquillas: tomaremos porciones de la masa, las estiraremos y enroscaremos.
Las freiremos en abundante aceite de girasol, hasta que estén doradas.
Por último, las espolvorearemos en azúcar glas, cuando estén calientes, ya que de esta manera, el azúcar quedará fijado en la superficie.
Nota: si al amasar, vemos que la masa queda un poco compacta, podemos añadir otro huevo batido, poco a poco, por si no es necesario añadirle todo el huevo.
Cuando las preparéis, no es necesario, poner harina en la encimera, pero si os aconsejamos, que al hacer las rosquillas, os pongáis una gota de aceite de girasol en las manos; de esta manera, no se quedará la masa enganchada en vuestras manos.