¿Nos os ha pasado alguna vez que habéis preparado con mucho esmero los más sofisticados de los aperitivos o entrantes y que llega vuestra cuñada, suegra, prima o hermana con una fuente de huevos rellenos y triunfa, dejando tus exquisiteces olvidadas en el centro de la mesa?. Y es que los huevos rellenos son esos platos "viejunos" que siempre triunfan porque gustan a casi todo el mundo.
Pues bien, este año vais a triunfar vosotros con estos huevos rellenos desestructurados, presentados en vasitos, pero que al probarlos y mezclarlos parece que os habéis llevado un huevo relleno a la boca. Aunque la presentación es mucho más sofisticada y elegante de comer (os habéis mirado al espejo mientras os metéis en la boca un huevo relleno entero, ja,ja,ja, seguro que a nadie se le ocurre hacerse un selfie de esa guisa).
La idea de esta receta no es mía, de hecho la he visto en muchos blogs, y me ha parecido genial. A mi nunca se me había ocurrido. He variado un poco la receta de mis huevos rellenos que publicaba hace mucho tiempo en el blog, en esa receta llevaba también el relleno un poco de aguacate, pero yo no le he puesto porque en esta ocasión no tenía y he cambiado el atún de la receta original por bonito.
INGREDIENTES:
6 huevos
150 gr. de bonito en aceite
Media latita de paté a la pimienta
Tomate frito
Mayonesa (la mía casera)
PREPARACIÓN:
Unas horas antes ponemos en abundante agua a cocer los huevos durante aproximadamente 12 minutos (desde que empieza a hervir). Sacamos y ponemos bajo el agua fría para poder pelarlos más fácilmente. Cuando se hayan enfriado los partimos en dos. Aprovechamos una tercera parte de las yemas de huevo para el relleno y las otras yemas las reservamos para decorar.
Preparamos el relleno con las yemas de huevo, el bonito y el paté. Con la ayuda de un tenedor vamos aplastando hasta conseguir una masa compacta. Entonces añadimos el tomate frito y mezclamos, hasta que el relleno sea homogéneo.
Podéis usar para la presentación vasitos o tarros de conservas reciclados, con esta última opción se conservan estupendamente porque se guardan con su tapa. Lo pongáis donde lo pongáis la forma de montarlo es la misma. Picamos media clara de huevo y la ponemos en el fondo del tarro. El relleno lo metemos en una manga pastelera para que sea más fácil repartir en los vasitos y vamos distribuyendo uniformemente. Picamos la otra mitad de la clara del huevo y tapamos el relleno con ella. Por último introducimos la mayonesa en una manga pastelera y coronamos cada vasito con un pegote. Decoramos con yema de huevo rallada por encima. Enfriamos un ratito en la nevera y servimos.
Pues ya habéis visto, una bonita presentación le da un giro a una receta de las de siempre. Seguro que triunfáis esta Navidad con ella.
Feliz martes.
Fuente: este post proviene de Atrapada en mi cocina, donde puedes consultar el contenido original.
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