Hace algunos días estuvimos en este precioso pueblo de interior, cerca de Castellón. Desde luego, merece la pena adentrarse en sus calles empinadas, flanqueadas por casas y murallas de piedra rojiza, tan característica de la zona del "desert de les palmes", hasta alcanzar su pintoresca "iglesia de la Sang", a los pies del castillo.
En el mismo pueblo hallamos la pequeña bodega Mayo García, productora de un vino que tuvimos ocasión de probar hace unos años y que nos sorprendió gratamente. Por eso, cuando tuvimos la oportunidad de visitar la bodega, lo hicimos con especial interés.
Un empleado se encargó de llevarnos en primer lugar a visitar los viñedos que se encuentran esparcidos en diferentes áreas de no mucha extensión, en la llanura que se extiende a los pies del pueblo. Dicha llanura, que llega hasta el norte de la provincia de Castellón, estuvo antaño repleta de viñedos de una variedad hibrida llamada "del señorito" o "macameu", que fue prohibida siguiendo las directrices del mercado común de la comunidad europea, tuviendo los propietarios que arrancar las viñas a cambio de una indemnización. Dicha prohibición alegaba que este tipo de uva contenía elementos cancerígenos, sin embargo hay quién piensa que detras de ello había razones politico-económicas...
Nuestro anfitrión nos explica que en las distintas fincas, mediante el método de ensayo-error, analizan qué variedad se adapta mejor al terreno, habiendo variabilidad de resultados en fincas que distan entre sí unos pocos kilómetros. De este modo en cada finca se acabará cultivando la que mejor responda.
Esta casa tiene preferencia por mezclar variedades de uva en lugar de hacer vino monovarietal, argumentando que de este modo se consigue obtener más diversidad de matices y propiedades.
La explicación siguió con todo tipo de curiosidades sobre el cultivo y la vendimia: métodos para detectar enfermedades en las plantas, poda de las plantas, separación y altura óptimas entre las cepas, etc.
De allí nos fuimos a visitar la bodega; una casa en el pueblo encalada en la roca. Se trata de una espacio realmente pequeño donde todo el proceso de fermentación, maduración, embotellado y etiquetaje se realiza de forma bastante artesanal, por eso la producción anual no es muy elevada pero damos fe que el vino Millenium es un gran exponente del caldo de nuestra tierra.