Esta bebida es muy reconfortante en los meses fríos. Tomarse un vasito de este vino hace que te suba la temperatura corporal. Que vale… también nos podríamos tomar una taza de caldo. Pero a veces nos apetece más algo alcoholizado. Cada cosa tiene su momento. No es lo mismo a las 12 de la noche después de cenar, frente a la chimenea tomarse un caldo que un vino calentito.
Yo el pasado fin de semana en vez de mi tradicional vermú lo cambie por esta bebida y me sentó muy bien. Que no tenía frio porque estaba dentro de casa, pero me gustó mucho.
En países donde los inviernos son más duros, como Alemania, Polonia… hay puestecitos sobre todo en los mercadillos navideños donde lo compras y vas por la calle tomándotelo. Y allí sí que hace su función de combatir el frio.
En año nuevo estuve unos días en Polonia y me tomé unos cuantos… que uno es del norte pero no está acostumbrado a temperaturas de unos – 14ºc… ;)
En mi tierra hay una versión que me recuerda a esto pero que no tiene nada que ver. Se llama poncho. Se hace calentando el vino con higos secos, orejones, manzana… y luego se le añade anís y se quema.
También muy rico y reconfortante.
Bueno, vamos con la receta de hoy…
Dificultad: Para torpes
Tiempo: 10 min de preparación + 1 hora de cocción
Ingredientes:
2 botellas de vino tinto
2 palos de canela
5 clavos de olor
3 granos de pimienta de Jamaica
1 vaina de vainilla
2 estrellas de anís
4 granos de cardamomo
Una pizca de nuez moscada rallada
Piel de 1 naranja (sin la parte blanca)
Piel de 1 limón (sin la parte blanca para que no amargue)
50 gr de azúcar moreno
2 cucharadas de miel
Vertemos el vino en una cazuela
En un mortero majamos el cardamomo junto con la pimienta de Jamaica para que salgan todos sus aromas.
Abrimos la vainilla por la mitad y con la punta de un cuchillo retiramos las semillas del interior. Esto será lo que nos dé mas aroma de vainilla. Echamos todo a la cazuela, la vaina y el interior.
Añadimos a la cazuela el resto de ingredientes incluido lo que habíamos majado en el mortero.
Calentamos sin que hierva durante una hora para extraer todos los sabores de las especias. La temperatura si disponemos de un termómetro de cocina seria que no superará los 75ºc.
Es importante que no hierva porque no queremos que el alcohol se evapore.
Dejamos reposar. Cuando se enfrié colamos el vino porque sino tendría un sabor muy fuerte por las especias y lo embotellamos.
Estará mucho mejor de sabor al día siguiente. Y cuando queramos degustarlo solamente tendremos que calentarlo.