Ya me da hasta vergüenza. Como pueden haber pasado tantos días sin escribir nada??? FÁCIL!!! ESTAMOS A DIETA! Si DIETA con mayúsculas. A Alberto le hacía falta bajar unos cuantos kilos, no digo cuantos porque si no después se me enfada (jeje) y yo quiero perder un par de kilos, pero deben estar malditos, porque todo lo que bajo durante la semana, lo recupero el finde, así que no hay manera de quitármelos de encima.
El caso es que entre la dieta y que todas las fotos las tengo en la cámara que me dejo Papa Noel, he ido dejando el blog solito. Pero hoy me he decidido. Gorka ha estado de excursión todo el día así que he aprovechado para ponerme al día con la cámara y pasar todas las fotos al ordenador.
La que os dejo es de Navidad, y con la cámara vieja. Me había olvidado de ella, y luego pensé que a estas alturas no merecía la pena ponerla. Pero es que ahora viene una ola de frio. No se si será polar o siberiano. El caso es que empieza a notarse y aquí ya nos han dicho que nos preparemos para la noche del sábado al domingo. Pues vamos a ello con este vino caliente especiado!!!
Ingredientes:
1 botella de vino tinto de buena calidad
1 palo de canela
2 o 3 rodajitas de jengibre fresco
Unos clavos de olor
La piel de 1 limón
La piel de 1 naranja
Azúcar moreno
Preparación:
Ponemos en una cazuelita el vino a hervir con todos los demás ingredientes. El azúcar es a gusto de cada uno.
Dejamos que hierva unos 10 minutos a fuego suave, y servimos inmediatamente.
Notas:
Para hacer esta receta estuve mirando por internet y había mil y una. Leí que es muy típico tomarlo en Alemania la noche de Navidad, ellos le llaman grog o algo así. El caso es que la que no llevaba una especia rara, no me convencia, y al final decidí hacer esta mezcla, que nos hizo entrar a todos en calor y acompañó perfectamente la tarta de turrón de yema y el flan de jijona.
Ah! y el vino que sobró, lo aproveché para hacer unas carrilladas de cerdo que quedaron de vicio.