Creíamos que el invierno de verdad no iba a llegar nunca pero aquí lo tenemos:
frío, viento, lluvia y en algunos casos nieve, han llegado a nuestras latitudes.
Salimos abrigados hasta las cejas y en casa las calefacciones funcionan a tope.
Sólo apetece sofá, manta y alguna bebida caliente y reconfortante.
Cafés, infusiones... y ¿por qué no algo mas fuerte?
He preparado un vino especiado para tomar como aperitivo tónico que
activa la circulación y combate el frío o para acompañar algunas frutas
en meriendas o postres.
Como no soy de tomar vino asiduamente y soy bastante golosa, he elegido un
vino moscatel dulce que he especiado con cardamomo, anís estrellado, canela,
nuez moscada, clavo en grano, pimienta en grano, cáscara de limón y he
endulzado con melaza de caña ecológica.
En una cacerola y en una proporción de un vaso de vino y uno de agua, he
echado una vara de canela, la piel de un limón, una cucharada sopera de
melaza, dos granos de anís estrellado, cuatro de clavo, una cucharada sopera
de cardamomo y una cucharadita de café de nuez moscada y de pimienta en
grano (mejor si es un mix de varios tipos).
Dejé cocer, tapado y a fuego lento, durante media hora.
Colé y embotellé.
Así de fácil obtenemos una bebida tónica para los días fríos de la que podemos
tomar un vasito caliente en el aperitivo, a media tarde o antes de acostarnos.
Está riquísima también acompañando frutas, especialmente fresas.
Un tónico casero, fácil de hacer, con el que participo en los findes frugales
de Marcela Cavaglieri donde seguro encontraremos en esta nueva edición
mucha y variada inspiración para poner en práctica el fin de semana.
¡Qué disfrutéis!