Holaaaaa!!ya estamos otro mes más con el reto alfabeto dulce. Este mes el ingrediente elegido por la compi fue VINAGRE. Y la primera reacción tengo que decir fue: ¿Que? ¿Vinagre? ¿Dulce con vinagre? Luego se paso el susto me acorde de mi querido y amado red velvet.
Ya había hecho tarta de red velvet aunque no esta publicada y me apetecía darle una forma distinta. Y pensé...¡Whoopies! bueno whoopies a mi manera.
Los whoopies se puede hacer de varias formas y como los hice yo jajaj. Hay unos moldes de whoopies que son como los de cupcakes pero muy muy bajitos porque si la masa es muy líquida y la ponemos sobre la bandeja vamos a tener un whoopie como la bandeja del horno de grande. O, si la masa es bastante espesa se pueden poner montoncitos de masa en una bandeja de horno, como cuando hacemos cookies. ¿Mi caso? La masa de esta receta es bastante líquida y no tengo molde de whoopie con lo cual utilice el molde del cupcake previamente engrasado. Hay que echar muy poquita masa, simplemente que cubra la base. Yo me paso un poco y tuve que cortaros y rellenarlos.
Vamos con la receta.
Ingredientes para el bizcocho: 1 huevo
40 gr de aceite
150 gr de azúcar moreno
10 gr de cacao en polvo
1 ½ cucharadita de vinagre
½ cucharadita de vainilla
Colorante rojo (depende del colorante que sea y de la intensidad que quieras darle)
100 gr de buttermilk (100 gr de leche + 1 cucharadita de vinagre, dejar repostar 15 minutos)
150 gr de harina de trigo
½ cucharadita de bicarbonato
un pellizco de sal
Ingredientes para el relleno:
250 gr de mascarpone
3 cucharadas de azúcar glass
2 cucharadas de leche
½ cucharadita de vainilla
Elaboración:
Precalentamos el horno a 150º con ventilador calor arriba y abajo.
Ponemos en un bol el huevo, el aceite y el azúcar. Batimos hasta que cambie ligeramente de color, un poco más claro.
Mezclamos en un recipiente el colorante, el cacao, la vainilla, el vinagre y un par de cucharaditas de buttermilk y mezclamos. Se quedará una pasta espesa rojiza. Lo añadimos a la mezcla anterior y batimos hasta integrar.
Incorporamos la mitad de harina y batimos hasta integrar. Añadimos la mitad del buttermilk e integramos. Y, por último añadimos el resto de harina y de buttermilk y batimos hasta incoporarlo bien.
Por último añadimos el pellizco de sal y el bicarbonato y mezclamos.
Repartimos la masa según si tenemos molde o en los moldes de cupcake porque ya os he dicho que esta masa es muy líquida.
Horneamos durante 10-15 minutos, dependiendo de la cantidad de masa que hayas echado.
Pinchamos y comprobamos que están hechos y ponemos en una rejilla hasta que se enfríen completamente.
Preparamos el relleno que es muy fácil: simplemente mezclar todos los ingredientes, se puede hacer perfectamente a mano.
Montaje:
Si habéis echado poquita masa y os han quedado whoppies finitos mas o menos, pues simplemente hay que coger dos bizcochitos, a uno le ponemos el relleno y con el otro tapamos a modo de sandwich.
Que sois un poco más brutitos como yo y os habéis pasado con la masa, ¡no pasa nada! Cada bizcochito lo divimos en dos y esa va a ser nuestra base y nuestra tapa. Y hacemos exactamente igual que lo anterior, en una parte ponemos el relleno y con la otra parte tapamos.
Y...¡Whoopie! sea como sea están tremendos y además se pueden congelar y en un ratito fuera están igual de buenos e incluso directo del congelador están deliciosos. ¡Probarlos! ya veréis que ricos.