"Es como una patata", muy bien, pero patata no parece.
"Se puede freír", vale pero es mas dura.
Pues bien, en un encuentro de bloggers, de esas cosas que de vez en cuando surgen con la excusa de conocernos, y en los que lo pasas genial hablando de nosotros y nuestros blogs con una copa en la mano y un tenedor en la otra, coincidí con la gran Rosilet Mejia, del blog Sugg-r and some salt y digo gran, porque la lía cada año con su recetario de ensaladas en el que participámos medio mundo blogeril o mas, y ella que en su tierra de origen, la Yuca es uno de esos alimentos de toda la vida, me explico al fin como se prepara una buena Yuca frita. La hice y en casa gustó mucho pero el mas fan de la Yuca era el peque... ¡¡a dos manos el chaval!!!
Lo primero a tener en cuenta es la calidad de la Yuca, y eso se sabe pelando un trozo de su cáscara para ver el interior que ha de ser blanco, pero también tienes la opción de comprarla congelada que ya viene pelada y toda blanquita.
INGREDIENTES:
Yuca
Agua
Aceite de oliva
Sal
Pelamos la yuca y la troceamos en cachos para hervirla en abundante agua hasta que al clavar un cuchillo entra sin problema.
Una vez hervida se escurre y cortan los cachos en bastones como si fueran patatas fritas pero un poco mas gruesas. Se introducen los bastones en aceite muy caliente y se fríen hasta que estén dorados. Si te gustan los fritos extra crujientes antes de que esté bien frita retira la yuca de la sartén y escurre en papel absorbente, al cabo de un rato vuelve a introducirla en el aceite caliente para que se acabe de freír. Una vez frita espolvorea un poco de sal.
Mi consejo es que la acompañes de una salsita, en este caso es una salsa de tomate casera que siempre le da un toque gustosón y una buena cerveza muy fría. Estupenda receta para el aperitivo y mas fácil no se puede pedir... no ?