Hola a todos .
Antes que nada quiero agradecer la cantidad de correos que he recibido preguntándome cuándo iba a volver. Pues es que ni yo lo sabía... y no ha pasado nada especial, de verdad, simplemente que las prioridades cambian y el tiempo hay que repartirlo. Se que me entendéis porque es un problema que siempre hemos comentado entre los blogueros, y cuantos más años llevas en esto más dudas surgen sobre continuar o no, porque realmente el blog lleva mucho tiempo.
Ha pasado tanto tiempo desde que publiqué mi última receta que se me han olvidado muchas cosas que antes hacía por inercia, por la costumbre de dedicar todos los días un rato al blog. Si encontráis algún fallo en estas primeras recetas, no me lo tengáis muy en cuenta, vale? Espero publicar con regularidad como antes, o por lo menos lo voy a intentar.
La primera receta de esta temporada es para presentaros a la yuca. Al otro lado del charco es un alimento muy habitual al que me aficioné cuando viví en Panamá. Tengo pendiente hacer una receta muy típica de allá más adelante, pero mejor empezar por lo básico.
La yuca, también conocida como mandioca o tapioca entre otros nombres, es un tubérculo muy consumido en países tropicales de América, África y Asia. Es un tubérculo rico en hidratos de carbono complejos, bajo en grasas y con alto contenido en vitamina C y B6. Además no contiene gluten, así que es apta para celiacos.
Algo importante para el que no la conozca es que NO SE PUEDE CONSUMIR CRUDA, pero nunca, nunca, nunca jamás... porque es tóxica, así que hay que quitar la corteza marrón junto con la capa color morado que tiene debajo y, por supuesto, luego cocinarla. El sabor es parecido a la patata ( aunque un poco más sosa en mi opinión) y se utiliza igual: frita, cocida, en guisos, etc.
Hoy os enseño como hacerla al horno para guarnición, en bastones como si fueran patatas fritas, con la ventaja que da el horno de prescindir casi totalmente del aceite. Previamente la coceremos para ablandarla y luego la llevaremos al horno para que quede crujiente por fuera y blandita por dentro.
No pongo cantidades, dependerá de cuánto queráis hacer y del tamaño de la yuca. Esta yuca era mediana y es suficiente para 3 personas.
Ingredientes:
- yuca
- sal
- aceite de oliva virgen extra
- perejil fresco
Elaboración:
1. Procedemos a trocear la yuca. Tiene una corteza, cáscara o piel de color marrón que es bastante dura, por lo que tendremos cuidado con el cuchillo. A mi me va bien poner los trozos de pie sobre la tabla y cortar las dos capas a la vez con el cuchillo, en vertical. Hay que quitar la corteza marrón y la parte morada.
2. Una vez que hemos pelado los trozos los partiremos por la mitad a lo largo y quitaremos la parte central leñosa que es amarga.
3. Ahora la cortamos en bastones gruesos y los hervimos en agua con sal durante 15 minutos aproximadamente, hasta que puedas pincharla con la punta de un cuchillo, pero sin que se deshaga porque luego irá al horno.
4. Una vez hervida la pondremos en un colador hasta que escurra todo el agua.
Encendemos el horno a 220ºC
5. Después pondremos los bastones bien extendidos en una bandeja del horno con papel vegetal. Ahora puedes sazonar como prefieras, sal y pimienta, hierbas provenzales, ajo y perejil... o nada, y simplemente añadimos un hilito de aceite virgen extra por encima.
6. En mi horno se han dorado en 20 minutos más o menos, pero ya sabemos que cada horno va a su bola así que cuando veas que tienen un bonito color, retira la bandeja del horno. Tampoco las dejes demasiado tiempo o quedará un poco dura (aunque se puede comer igualmente).
No tiene más complicación que lo que habéis visto, y espero que la tengáis en cuenta para variar un poco las guarniciones y salir de las típicas patatas fritas.
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