La yuca es un tubérculo muy consumido en América, es parte de la dieta básica de pueblos indígenas. Este tubérculo tiene un altísimo porcentaje de almidón, es rico en agua y contiene fibra. Aunque contiene un par de vitaminas, no aporta demasiadas ni tampoco muchos minerales. Debe ser consumido en pequeñas cantidades por personas diabeticas (por la cantidad de almidón que posee y su IG) y es una buena fuente de hidratos de carbono para quienes son celiacos.
Lo primero que debo aclararles, es que no es un pan como tal, claro está!, ya que no llevan ningun tipo de harina o levadura. Pero quedan gorditos, esponjosos, forman una capa o costra externa, podemos abrirlos a la mitad y rellenarlos con queso, tortilla, mermeldada casera, o lo que sea que les guste comer para el desayuno.
Yo se los preparo a mi esposo, que sufre desde hace un año de intolerancia al gluten y no puede consumir ningun pan tradicional.
A estos le he puesto un toque papelón rallado (panela o piloncillo) y un poco de anís dulce por encima. Así que tienen un ligero toque dulce y anisado, que los hace perfectos para un desayuno de 10.
No les cuento mas nada… les dejo ya mismo los ingredientes y la preparación y los invito a hacerlos en sus casas y disfrutarlos.
INGREDIENTES:
1/2 kilo de yuca ya pelada
2 huevos
1/4 de taza de aceite de soja o girasol
1 cdta pequeña de sal
3 cucharaditas de papelón (piloncillo o panela) rallado o granulado
anís dulce
agua potable
Preparación:
Pelar, lavar, trocear y cocinar en abundante agua la yuca hasta que este blanda. Esto se lleva aproximdamente unos 25 o 30 minutos máximo.
Escurrir y aun estando caliente, con ayuda de un cuchillo, retirar la fibra que tiene en el medio la yuca. Una vez retiradas las de todos los trozos, con ayuda de un aplastador para puré, triturar la yuca y formar un puré con ella. Para que sea mas fácil, en ese momento incorporamos el aceite y unas 3 o 4 cdas de agua potable.
Una vez obtenido el puré, se sazona con la sal y el papelón granulado o rallado y se procede a amasar bien con ambas manos. Se incorporan los huevos ligeramente batidos y se continúa amasando hasta obtener una mezcla homogénea un tanto pegajosa.
Alistar una bandeja para horno con una silicona, o si no se posee una, engrasar muy bien la bandeja. Para formar las bolas de masa y dar forma a los panes, hay que engrasarse un poco las manos ya que la mezcla se va a pegar de estas.
Una vez dada la forma a los pancitos y colocados en la bandeja, se les espolvorea por encima un poco mas de papelón (piloncillo o panela) y se les rocia el anís dulce al gusto.
Se hornean en un horno previamente precalentado a 180 °C , hasta que se vean dorados, esponjados y hayan formado una capa externa como la de un pan para hamburguesas.
Se dejan enfriar en una rejilla y deben guardarse en un envase con tapa hermética dentro de la nevera. Pueden durar 3 o 4 días, si no los devoran antes……