Sobre todo en los postres, la mezcla de dulzor y acidez es para mí, muy reconfortante. No solo puede llegar a ser refrescante en época de calor, sino, que esa combinación de sabores hace que las papilas gustativas se despierten y se sienta que los sabores explotan en la boca. El limón y la naranja son frutas básicas, que siempre tenemos en casa y que podemos conseguir muy fácilmente; y a pesar de ser elementos tan cotidianos y sencillos, definitivamente brindan un sin fin de posibilidades para crear y armonizar sabores incrébles.
Para mí la joya de la corona son las pieles de ambos cítricos. Allí están su saceites esenciales, que aportan todo el sabor a las preparaciones. Y como buena fanática de los cítricos, soy también una enamorada del perfume y el sabor del agua de azahar. Para mí este extracto es el complemento perfecto a la piel de la naranja y la combinación ideal para unas galletas de avena, que resultan super perfumadas y con muchísimo sabor a medio oriente.
Así que hoy les traigo unas muy sencillas galletas; saludables; ricas en fibra y libres de azúcar, pero increíblemente perfumadas, dulces y suaves.
Manos a la obra!! enciendan el horno, que hoy horneamos galletas de naranja y azahar..
Preparación
Precalentar el horno a 170 ºC
En un bowl cernir los ingredientes secos
En otro recipiente juntar el huevo, el aceite, la ralladura de naranja, el agua de azahar y batir bien hasta que todo este integrado.
Agregar al batido los ingredientes secos y, con ayuda de una espátula, mezclar bien hasta integrar. También se puede terminarde integrar con las manos, hasta obtener una masa homogénea.
Con ayuda de una cuchara para medir o una cuchara pequeña para helados; tomar porciones iguales de la pasta de galletas y colocarlas sobre una bandeja para horno. (la bandeja debe estar ligeramene engrasada o forrada con papel para horno o una silicona para horno)
Una vez colocadas todas las bolitas de pasta sobre la bandeja; con una cucharita o algún objeto redondo; hundir el centro de la galleta para que se expanda la masa y se cree una concavidad en el centro. En esta concavidad pueden añadir algún fruto seco como almendras, merey o anacardo, o un trozo de dátil. Esto último es opcional.
Llevar la bandeja al horno y hornear hasta que las galletas estén firmes y doradas. Retirar y dejarlas enfriar por completo sobre una rejilla.
Conservarlas en un envase opcaco con tapa hermética.