Por fortuna, la pandemia nos está dando un poco de respiro pero sin embargo ahora estamos presenciando una guerra que nos ha sorprendido a todos. Estamos algo cansados de no encontrar el final a tanta problemática que nos afecta a nivel de escasez y precios de productos, sin contar en lo personal. Ayer el aceite de girasol era un bote más en la estantería y hoy pasa a casi cuadruplicar su precio.
No sé a qué nivel llegaremos o si segurá faltando la harina como en el confinamiento de hace dos años. El otro día era ya difícil encontrar pasta o harina en los supermercados. Espero que esta fiebre de acopio vaya pasando y se estabilice la situación en general. Ya va tocando tener un poco de paz en nuestras vidas y en mi caso, seguiremos horneando mientras las circunstancias lo permitan y podamos seguir contando con los ingredientes necesarios.
Volviendo a lo nuestro, regresamos con unos bollitos suizos muy especiales, porque son bollitos al aove. He querido dar un toque saludable con aceite de oliva virgen extra a una receta que utiliza la mantequilla y he de decir que el resultado no iguala sino que mejora la receta original.
Son muy suaves, esponjosos y además nutritivos. Quedan muy tiernos y son muy versátiles ya que los podéis tomar rellenos, a modo de mini bocadillo o tal cual. Son perfectos para el desayuno o merienda y son perfectos para a un picnic o regalarlos.
¡Pasemos a la receta!
Ingredientes: Para unas 15 unidades aprox. de 60 grs.
- 550 grs. harina de fuerza
- 20 grs. levadura fresca
- 1/2 cdta. sal
- ralladura de una naranja
- 90 grs. azúcar
- 200 ml. leche
- 2 huevos
- 1 cda. agua de azahar
- 70 ml. aceite de oliva virgen extra
- 1 huevo batido para pintar +azúcar perlado para decorar
Preparación:
En primer lugar comenzamos vertiendo todos los ingredientes excepto el aove en una amasadora o en un bol a modo de volcán.
Comenzamos con la harina y levadura. Añadimos la sal justo al lado contrario de la levadura.
Luego agregamos la ralladura, el agua de azahar, el azúcar y los huevos. Amasamos ligeramente e incorporamos la leche templada sin dejar de amasar.La vamos integrando despacio.
Dejamos reposar unos minutos. Luego añadimos el aove en varios pasos, hasta que la masa lo absorba por completo. Si vemos que queda más líquida agregamos un poco más de harina.
Amasamos hasta obtener una masa suave y elástica. Dejamos levar unas 2 horas o hasta que doble el tamaño.
Haremos unas bolitas de 60 grs. que iremos disponiendo en una bandeja de horno con papel vegetal. Dejamos que doble de nuevo, de media a una hora aproximadamente. Todo depende de la temperatura de la casa en ese momento.
Hacemos un corte en el centro, pintamos con huevo batido y decoramos con azúcar perlado.
Horneamos unos 10 minutos a 200 grados. Retiramos cuando estén dorados por arriba y por abajo. Cuidado que se doran muy rápido.
Vamos disponiendo en una rejilla mientras sacamos del horno. Dejamos enfriar.
Al ser bollería del día debemos pensar los que vamos a necesitar. Lo que no consumamos se puede congelar en bolsitas para alimentos. Los envuelvo en papel film de manera individual y cuando me apetecen, los dejo descongelando unas horas antes o la víspera si son para el desayuno.
¿Qué tal? Por aquí estamos encantados con el resultado. Repartí unos cuantos a la familia y congelé algunos para futuros desayunos. Están deliciosos con mermelada y haré más a menudo esta versión más saludable.
¿ Y tú? ¿te vienes a merendar ? Cuéntame si te atreves a elaborarlos en casa. Si os interesan más recetas de este tipo podéis darle un vistazo a las berlinas al horno, los brioches o más elaboraciones en mi recetario.
Volvemos pronto con más propuestas! Un saludo muy dulce.
Maribel García
Fuente: este post proviene de Fresas con Chocolate, donde puedes consultar el contenido original.
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