La mía es sin duda con chocolate...mucho chocolate. Ese elixir de dioses aztecas que no he hecho más que admirar desde pequeña.
Recuerdo cómo me fascinaban unas onzas en el pan a media tarde o un buen tazón con churros de buena mañana junto a mi madre y mi abuela en el mercado.
La sencillez de una olla de chocolate en un cumpleaños repartida en vasitos de plástico para acompañar una tarta, son momentos que atesoro. Recuerdo a la mamá de mi amiga repartir tanto chocolate en pocos minutos y gran destreza.
En verano, cada vez que pedía un helado, siempre elegía el chocolate como uno de los sabores o más bien diría que el chocolate no podía faltar.
Si lo pienso, es un sabor que me ha acompañado siempre y ahora, ya más adulta, me deleito con un trocito de chocolate puro antes de dormir, llegando al final de un día que pudo ser bueno o malo y que endulzo con su sabor.
Cuando me propusieron desde en Instagram, ser la partner del mes con la película Wonka, no podía creerlo. No hay nada que me guste más que el chocolate y no pude negarme.
Esta película, al igual que el universo de Road Dahl, tiene unos valores que me fascinan. Todo en esta vida se consigue con esfuerzo pero a la vez con mucha pasión.
Pasión es lo que me sobra por el mundo dulce y os traigo mi tarta soñada.
La tarta de mis sueños sería una tarta de chocolate escocesa con ganache de chocolate y frutos rojos. Al ser el autor de Charlie y la Fabrica de Chocolate de Reino Unido, me inspira siempre el recetario británico y no podía evitar volver a hacer un pastel que descubrí en mis años en Escocia.
De estilo tosco por fuera, es suave y esponjoso por dentro y lleva gran cantidad de cacao en la masa. Está decorado y relleno con ganache de chocolate que parece obtenido de la mismísima fábrica de Wonka que adornamos con frutos rojos, presentes en la historia y que dan toque de color a esta tarta.
Si en su momento os presenté el pastel de chocolate Sasha inspirado en Matilda, también del mismo autor y con versión cinematográfica, ahora intento elaborar la tarta de mis sueños, que espero os guste tanto como a mi.
¡Pasamos a la receta!
Ingredientes: (Molde 16 cms.)
- 175 gramos harina de trigo
- 60 gramos cacao en polvo
- 1 cucharada y media de golden syrup o miel
- 2 huevos
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 75 gramos azúcar
- 150 ml. de leche
- 150 ml. de aceite girasol
Para el relleno y ganache de chocolate:
- 200 ml. de nata (crema de leche) para montar
- 300 gramos de chocolate fondant
- 1 cdta. golden syrup o miel
* Frutos rojos y azúcar glass para decorar
En un bol, comenzamos tamizando todos los ingredientes secos. El cacao en polvo, la harina, bicarbonato, levadura y azúcar. Los iremos añadiendo todos poco a poco.
Agregamos los huevos uno a uno hasta que se integren y la miel o golden syrup sin dejar de batir.
A continuación, añadimos la leche hasta tener un resultado homogéneo y después el aceite en hilo hasta que resulte una mezcla uniforme tipo crema.
Engrasamos un molde de 16 cm. y horneamos a 180 grados unos 30-40 minutos. Sacamos cuando el palillo salga limpio. Dejamos enfriar por completo.
Para la ganache, calentamos la nata (crema de leche) al fuego o al microondas y cuando hierva, la vertemos en un cuenco con el chocolate ya troceado.
Mezclamos con una cuchara o espátula. Añadimos la miel.
Cortamos el bizcocho la mitad y rellenamos con con una espátula. Cubrimos con más ganache y decoramos con frutos rojos al gusto y azúcar glass para dar ese toque único que me encanta
Para decorar usamos servilletas Gold Burdeos de Renova
El resultado es una receta con intenso sabor a chocolate a la vez que aterciopelado en el paladar. La ganache intensifica aún más este sabor, convirtiéndolo en un postre ideal para amantes del chocolate. Las fresas y los frutos rojos le dan un contraste de sabor y color delicioso.
Podéis conservarla unos 3 días en la nevera aunque creo que os durará menos.
Atrévete a soñar por un momento con tu tarta favorita. ¿Cómo seria? Las emociones y los sabores van unidos muchas veces a recuerdos especiales y otras veces nos imaginamos cómo nos gustaría que fuera ese sabor que aún no conocemos.
Te invito a imaginar y soñar un sabor que aún no has probado y como dice el mensaje que le dejó la madre a Willy Wonka: "Lo importante no es el chocolate, sino con quién lo compartes" . Compartamos más emociones con nuestras recetas, la ilusión de nuestras personas queridas y el sabor son momentos inolvidables. ¡Vivámoslos!
Vuelvo pronto con más recetas. Un abrazo enorme!!
Maribel García