Siempre lo he preparado en una fuente para unas 12 personas, pero esta vez me apetecía hacerlo en forma individual y recordé que Lorraine Pascale lo había hecho en forma de cupcake, así que busqué la receta en su libro Recién horneado por Lorraine Pascale.
Para preparar mi versión de esta receta vamos a necesitar los siguientes ingredientes para hacer 12 cupcakes:
Para los cupcakes:
165 g de mantequilla
200 g de azúcar
4 huevos
260 g de harina con levadura
80 g de queso ricotta
3 cucharaditas de café
12 galletas de almendra
Para el relleno:
500 g de queso mascarpone
1/4 de cucharadita de extracto de vainilla
4 cucharadas de azúcar glacé
4 cucharadas de vino de Marsala
8 galletas de almendra
Para el sirope de café:
165 g de azúcar
165 ml de café
Para decorar:
cacao en polvo
azúcar glacé
Es mejor que la mantequilla esté ablandada, por lo que la debemos sacar de la nevera un poco antes de utilizarla.
Yo suelo utilizar 100 g de azúcar moreno y 100 g de azúcar extrafino siguiendo las indicaciones de Lorraine Pascale.
El café puede sustituirse por café instantáneo, si lo hacemos así, disolvemos 2 cucharadas de café en 4 cucharadas de agua, para la masa. Para el sirope, añadimos 2 cucharadas de café instantáneo al agua y el azúcar.
Podemos sustituir el vino de Marsala por vino dulce tipo Moscatel.
Preparación:
Lo primero que vamos a hacer es el café, para ello, vamos a utilizar el café Segafredo que viene en la nueva caja Degustabox. Este exquisito café italiano de intensidad media aportará más sabor y aroma a nuestros cupcakes de tiramisú.
Trituramos las galletas y reservamos. Como mi robot de cocina sigue en reparación, he tenido que triturar las galletas de forma manual, así, las he metido en una bolsa con autocierre y he pasado el rodillo sobre ellas. Una forma fácil, rápida y limpia.
Una vez tengamos el café preparado y las galletas trituradas, nos ponemos con la masa de los cupcakes, pero antes, precalentamos el horno a 180ºC, con calor arriba y abajo.
En el vaso de un procesador de alimentos ponemos la mantequilla junto con el azúcar y batimos hasta conseguir una crema ligera y esponjosa.
Ahora, poco a poco vamos a ir incorporando los huevos y la harina, de esta manera evitamos que la mezcla se corte. A continuación, añadimos el queso ricotta, el café y las galletas y mezclamos bien.
Preparamos una bandeja para cupcakes en la que colocamos las cápsulas de papel en sus orificios. Con la ayuda de una cuchara de helado, repartimos la mezcla. Damos unos golpecitos para que la masa se asiente o igualamos con el reverso de la cuchara de helado. Llevamos al horno, colocamos la bandeja a una altura media baja y horneamos durante 25 minutos.
Mientras los cupcakes se están haciendo en el horno, nos ponemos con el relleno, para ello, trituramos las galletas siguiendo la misma técnica que la que hemos utilizado anteriormente. A continuación, en un bol mezclamos todos los ingredientes y mezclamos hasta que queden bien integrados. Reservamos en la nevera hasta que lo necesitemos.
Transcurridos los 25 minutos, comprobamos con la ayuda de un palillo o cuchillo si la masa está hecha. Si el palillo sale limpio, los sacamos del horno y si no, lo dejamos unos minutos más. Sacamos del horno y dejamos enfriar. Pasados unos minutos, extraemos de la bandeja los cupcakes y los dejamos que sigan enfriándose sobre una rejilla.
Ahora nos ponemos con el sirope de café. Para ello, vertemos en un cazo el café y añadimos el azúcar. Lo ponemos al fuego y llevamos a ebullición. Dejamos hervir durante 10 minutos a fuego lento para que espese, o hasta que obtengamos la textura deseada. Apartamos del fuego y dejamos enfriar.
Una vez tenemos todo hecho, es decir, todos las capas de del tiramisú preparadas, solo nos queda montarlos. Quitamos las cápsulas de papel a cada pastelito, cortamos por la mitad y los colocamos sobre la tabla.
A continuación, pintamos con ayuda de una brocha, cada parte inferior con el sirope de café, aportándoles más jugosidad y sabor. El sirope que sobre lo reservamos en una taza.
Sacamos el relleno de la nevera y, con ayuda de una cuchara de helado, colocamos una porción de crema de mascarpone sobre las mitades que hemos pintado de sirope. Y las cubrimos con la otra mitad del bizcocho.
Presentación:
Lo primero que vamos a hacer es elegir dónde los queremos presentar, a mí personalmente me gusta servirlos en una base de tarta. Los colocamos y espolvoreamos un poco de cacao y azúcar glacé por encima.
Los llevamos al centro de la mesa y los acompañamos de una taza con sirope de café. Servimos un mini tiramisú a cada comensal y rociamos con un poco de sirope de café.
¿Te gusta el tiramisú? Lo has probado así? Creo que es una forma original de preparar un delicioso postre tradicional italiano conservando su esencia, texturas, sabores y aromas de una forma práctica, divertida y elegante. ¿No te parece?
Bon appétit!
Fuente: este post proviene de Pequeños Accidentes, donde puedes consultar el contenido original.
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