El Santuario de Santa Maria de Begoña está situado sobre un cerro, en El alto de Artagán, el actual Bilbao, la primitiva ermita de estilo gótico, La Virgen de Begoña es venerada en toda Vizcaya, especialmente por los marinos.
Begoña, “Beg-oin-a” es un nombre vasco, toponímico del lugar sagrado desde tiempo inmemorial en el Pais Vasco que significa “lugar de la montaña dominante”.
Precioso nombre que se hunde sus raíces en la historia más remota del norte de España, que evocan a los antepasados dioses, a las fuerzas de la naturaleza, que los ancestros vascos creían divina.
Begoña, es el nombre de una bellísima flor, una flor que a su vez es un conjunto de muchas flores pequeñas, con una elegancia especial que requiere climas y ambientes cálidos.
Así es Begoña, vasca, elegante y bella persona, amable, generosa, amiga de sus amigos, magnifica cocinera con infinitos detalles a la hora de presentarnos sus recetas, que recaló en la costa tropical malagueña desde su tierra natal, quizás como la flor buscando el Sol y el calor de nuestras costas.
Desde el Balcón de Europa, con el carácter y la condición del mismo Bilbao, nos deleita con su buen hacer en el mundo de la gastronomía con su blog: Las recetas de Marichu y las mias......recetas de toda una vida y de una gran familia como ella nos explica; la cocinera elegante como suelo llamarla, la cocina de Begoña arropada por su madre y sus tres hermanas.
Hoy Viernes, dedico la entrada de “Mi cocina” a Begoña y a su familia, a quienes admiro, sigo con especial interés y aprendo; de hecho quería haberle rendido éste humilde homenaje con alguna de sus recetas que aún tengo pendiente de publicar ( lomo de cerdo a la sidra y patatas a la sidra), pero he creido más oportuno agradecerle su aportación a mi cocina virtual con un plato tipico de los Montes de Málaga: sopa de picadillo y un detalle de uno de los cuadros pintados por mi suegro, de su tierra adoptiva, donde se puede ver símbolos malagueños, nuestra Catedral, La “manquita”, La Farola (el único faro femenino del mundo), la mar y la luminosidad del cielo azul malagueño con nubes como si de Bilbo se tratara, al fondo los Montes.
Sigo pués con el camino que inicié hace unos dias de escribir cada semana de un blog gastronómico malagueño.
¿Como hago la sopa?
Poner garbanzos en remojo en agua con un puñado de sal, la noche anterior.
En una olla con agua poner a hervir medio pollo de corral (cortado en varios trozos, con su piel), un hueso de codillo de jamón ibérico (en ésta ocasión fue de bellota, de Huelva), un hueso añejo, un trozo de manteca añeja y un trozo de tocino añejo, junto con los garbanzos bien escurridos.
Llevar a ebullición y espumerear, tantas veces sea necesario hasta que el caldo quede sin impurezas.
Dejar cocer hasta que los garbanzos y el pollo estén tiernos.
Probar de sal, pero no será necesario ya que tanto el hueso añejo, como el jamón aportarán la sal que necesita el caldo de pollo.
Cocer huevos mientras tanto, pelarlos y reservarlos.
Al emplatar, poner en el plato garbanzos, jamón serrano picado, huevo duro picadito, si gustan tambien carne de pollo, pan cateto (pan de pueblo) cortado en trocitos, una ramita de hierbabuena y echar el caldo necesario.
Servir muy caliente.
¡¡ Buen provecho, buen fin de semana, disfruten de Málaga y no dejen de visitar el blog de Begoña, recuerden: Las recetas de Marichu y las mias....!!
El cuadro pintado por mi suegro: "Vista de Málaga desde el morro"