1. El primer consejo para disfrutar de unas vacaciones saludables es que existan comidas entre horas: es importante incluir una media mañana y una merienda en nuestro menú diario. Lo ideal es combinar una pieza de fruta y algo de fiambre bajo en grasa por ejemplo. Evitaremos el picoteo, las visitas innecesarias al “chiringuito”, y por otro lado un ahorro considerable en nuestro bolsillo. Además, si recurrimos a los alimentos saciantes, llegaremos a comida y cena con mucho menos apetito.
2. Tapeo: durante las visitas a las terrazas lo recomendable es utilizar la cerveza o el tinto de verano como fuente de hidrato de carbono para disfrutar de unas vacaciones saludables y elegir raciones de contenido proteico como ibéricos, marisco, pescado, boquerones en vinagre, sepia a la plancha o pulpo a la gallega. Es importante evitar el pan, la mayonesa y los fritos.
3. Comidas principales: se puede desayunar más de lo habitual. Si hemos hecho una media mañana, llegaremos con menos apetito a la comida. Lo aconsejable es empezar con una buena ensalada y alguna ración de contenido proteico. Cuando lleguemos a los segundos y a los postres tendremos muy poco apetito y será más fácil tomar una cantidad moderada. La cena es imprescindible hacerla ligera, un gazpacho o salmorejo es una muy buena opción.
4. Bebidas: la cerveza suele ser la reina por excelencia en verano, las versiones light o cero alcohol suelen tener un 30-40% menos de Kcal, entre una cerveza y otra podemos incluir alguna de estas opciones, o un refresco cero. ¡La diferencia al final de las vacaciones será notable!
5. Helados: lo ideal es que sean caseros. En el Canal de Cocina encontraréis un montón de fáciles recetas. Es importante que sean naturales y, a ser posibles, sin azúcares añadidos.
¿Se os ocurren otros consejos?
Imágenes: IMEO