Hoy hace 8 años que faltó mi ángel, esa a la que le dedicaba el blog cuando lo empecé, la mejor mujer que hubo y habrá en mi vida, mi ángel de la guarda, la que me cuida, la que me lo dio todo a cambio de nada.
Con su amor incondicional y su sonrisa eterna me enseñó a sentir lo que es el amor más inmenso, el de una madre a un hijo y también el dolor más profundo, cuando se fue de nuestro lado.
Este año… ya no estás tan sola, supongo que estabas cansada de mirarnos desde el cielo tu sola, y este año otro inmenso dolor nos esperaba cuando mi otro ángel se fue allí arriba contigo, seguro que lo primero que hizo fue abrazarte y besarte como en sueños hacemos todos, afortunado él de sentirte tan cerca y de nuevo ser el primero en sentir tus caricias, aunque nosotros desde aquí os echemos tanto de menos que nos cueste respirar.
Por mucho tiempo que pasa, el dolor sigue siendo punzante, las lagrimas se amontonan al escribir y pensar en vosotros… fue todo tan rápido que no me dio tiempo a hacerme a la idea de estar aquí sin vosotros, así que estoy segura que por eso os siento en cada paso que doy, en cada éxito que consigo y también en cada fracaso donde se que me eleváis para seguir adelante.
Nos habéis dado tanto sin casi pretenderlo, vuestro ejemplo de valentía y fuerza, vuestra entereza y saber estar ante el dolor.
Hoy es tu día y me siento en la obligación de contener mis lagrimas mientras escribo y tratar de sonreír al recordar nuestros momentos juntas. Tumbadas en los sofás naranjas en el “Pato” con un helado de limón, y viendo en la tele una película de Marisol, o cosiendo interminables fundas para la cama.
Cierro los ojos y te imagino con tu eterno pareo “animal print”, tu sombrero de punto y tu sonrisa en la playa, riñéndome por no querer entrar en el agua y luego no querer salir.
Riéndote de mis payasadas y jugando al continental en la terraza esperando la cena, contándome las cosas que tenía que saber una señorita… y escuchando una de nuestras canciones
Gracias por cada uno de estos momentos inolvidables. Tenía tanto miedo de olvidarlos con el paso del tiempo… temía tanto que se desdibujara tu cara en mis recuerdos… pero es algo imposible, te siento tan cerca, que en ocasiones tu olor me inunda, tus palabras se agolpan en mi cabeza y siento mi corazón latir al ritmo del tuyo.
Gracias por ser mi ángel y seguir en mi aun estando tan lejos.
Te quiero mama.