Ayer me puse con esta receta buscando una cosilla para picotear a media tarde que se ajustara a la dieta que estoy haciendo ahora (tantos pastelitos y tanto fingerfood han acabado pasando factura).
Resulta que entre otras cosas, a media tarde tengo que tomarme un tentempié que la verdad es que acaba cansando un poco y, sinceramente, es un poco caro para lo que es. Pero lo peor… son un poco artificiales…
Así que me dije: “no puede ser tan difícil hacerme yo algo en casa que se ajuste a las características de lo que tengo que tomar”.
Y dicho y hecho, me estuve estudiando la composición nutricional y decidí “fabricarlos” yo.
El resultado es un intermedio entre una magdalena y un bollito. Han quedado la mar de ricos y esponjosos, con un intenso sabor a vainilla y, lo mejor de todo, cumplen los requisitos: altos en proteínas, muy bajos en grasas e hidratos y sin azúcares. Si hice bien los cálculos, además, no deberían superar las 95 kcal por bollito, así que creo que conseguí lo que buscaba :)
La verdad es que creo que reutilizaré esta receta para hacer unos cupcakes ligeros que llevo pensando desde hace un tiempo…
Bueno, al grano.
Ingredientes para 6 bollitos:
- 100 gr de harina floja
- 3 claras de huevo (las he usado pasteurizadas)
- 3 cucharaditas colmadas de sacarina en polvo
- 1 rama de vainilla
- 10 gr de aceite de oliva
- 1/2 sobre de levadura
- 1 pizca de sal
- moldes para bizcochitos
Preparación:
Ponemos el horno a precalentar a 170ºC.
Primero montamos las claras a punto de nieve con la pizca de sal. Cuando estén empezando a tomar el punto del merengue les añadimos la sacarina y las semillas de la rama de vainilla, y seguimos batiendo hasta que la consistencia sea firme y el aspecto sea brillante.
En este punto pasamos a utilizar una paletina de silicona. Añadimos a las claras el aceite y mezclamos bien.
Tamizamos la harina y la levadura y las añadimos a las claras incorporándolas con movimientos envolventes.
Una vez bien mezclado repartimos la mezcla en los moldes para bizcochitos y lo llevamos al horno 20 minutos o hasta que pinchemos con un palillo y salga limpio.
¡Que aproveche!