Los vinos con uva Albariño son dulces y van perfectos para comer pescado y marisco, pues potencian el sabor de estos alimentos, creando un conjunto armonioso en olores y sabores. Y es que los productos del mar son los preferidos del vino de las Rías Baixas al poseer propiedades nutricionales óptimas para el organismo.
Características del Albariño
Algunas de sus características se distinguen de otros vinos por su color amarillo pálido, con pinceladas verdes y doradas, y por ofrecer un toque a flores y hierbas variadas en nariz. Pero lo mejor es su sabor, según la DO Rías Baixas, tienen cuerpo, acidez, frescura, suavidad, y recuerda a algunas frutas como el albaricoque. Gracias a su ligereza permite acompañar platos de diferentes tipos de pescado, mucho mejor si es de excelente calidad. Esta variedad se presenta en forma de racimos más bien pequeños que tienen una maduración temprana, y su grado alcohólico está entre 11 y 13% Vol.
Historia y tradición
Hay algunos datos que rememoran la historia de la variedad del Albariño en la Edad Media, cuando fueron los monjes de Cluny que mostraron esta uva al monasterio de Armenteira ya en el siglo XII. Desde aquí pasó a cultivarse en Galicia y en el norte de Portugal donde también es fuertemente popular.
Aunque hace algunos años su producción era algo escasa, actualmente es la base para la elaboración de muchos vinos gallegos, especialmente los que se producen en las subzonas de Val do Salnés, Condado do Tea, El Rosal, Sotomayor y Ribera del Ulla. También fue, en un inicio, de producción artesanal, pero ahora se ha extendido y se ha modernizado, gracias al fomento de la DO Rías Baixas y del conjunto de bodegas que han despuntado en poco tiempo. Ahora la producción máxima autorizada de Albariño es de 12.000 kg/Ha. Su popularidad es fuerte. Prueba de ello es que se celebra la fiesta del Albariño durante el mes de agosto, en la localidad de Cambados, en la provincia de Pontevedra.