Ha sido el regalo estrella de las últimas Navidades. Nos referimos a la airfryer, la freidora de aire que ha entrado en algunas cocinas para quedarse, o no. Porque ahora nos viene a la memoria por ejemplo la licuadora de zumos, un enorme armatoste difícil de limpiar que tuvo su momento álgido y que luego quedó olvidada en el trastero o fue llevada al Punto Limpio. Bien, a la freidora de aire hay que darle tiempo. Ir probando sus posibilidades, sus prestaciones, que las tiene. Estas albóndigas clásicas que hemos realizado hoy, lo fueron de una manera que hubiera sorprendido a nuestras madres o abuelas. Con seguridad, ese mismo proceso se puede aplicar a otros muchos platos. Lo dicho: hay que seguir probando.
RECETA
.
INGREDIENTES
500 g de carne picada (400 g de ternera y 100 g de cerdo)
2 dientes de ajo
1 huevo
Unas ramitas de perejil
Una rebanada de pan con miga
1/2 cebolla
Medio vaso de vino blanco
Una cucharadita de harina
Sal
Aceite de oliva
Medio vasito de leche
Harina
PREPARACIÓN
Poner la miga de pan a remojar en leche.
Poner las carnes en un bol y aliñarlas con 1 diente de ajo bien picado al que habremos quitado el germen, un poquito de perejil picado, un huevo, la sal y la miga de pan bien escurrida. Para mezclarlo bien podéis hacerlo con las manos usando un guante de látex.
Cuando la carne esté bien mezclada empezar a darles forma procurando que sean todas de la misma medida. Es fácil darles la forma redonda poniéndolas en un vaso con harina y agitando el vaso.
Precalentar la freidora, no conviene que queden amontonadas así que va mejor hacerlas en dos tandas. Para hacerlo en menos tiempo cuando tengamos la mitad de las albóndigas formadas ponerlas en la freidora precalentada pulverizadas con un poquito de aceite . Programar 15 minutos a 190º.
Mientras se van haciendo acabamos de formar el resto de albóndigas y preparamos la salsa.
En una sartén ponemos un poco de aceite de oliva, cuando esté caliente echar la media cebolla cortada en brunoise y una vez frita añadir media cucharadita de harina para espesar la salsa y dejar unos minutos para que se tueste y no tenga sabor de harina cruda.
Añadir a esta salsa una majada de ajo, perejil y medio vaso de vino blanco. Dejar hervir unos minutos para que el vino blanco evapore, rectificar de sal y añadir un poco de agua. Cuando haya hervido echar la salsa sobre las albóndigas y dejar hervir 15 minutos media hora a fuego lento.