En el lenguaje diario, en el cotidiano, nuestros mayores empleaban infinidad de frases a modo de proverbios, adagios, refranes o los llamados dichos, a los que personalmente soy muy, muy aficionada y casi sin darme cuenta los uso con relativa frecuencia, recordando la forma de hablar de mi madre y mi abuela.
Tengo que reconocerlo, soy muy refranera, guardo guardo y conservo aquella costumbre de antaño con la que se pretendía sentenciar y cuyo significado, en la gran mayoría de los casos, va más allá de lo que realmente significan, suelo usar ésas frases hechas y en ésta ocasión me viene al caso, aquella que decía: A la casa aunque sean piedras.
Ésa fueron las palabras exactas que susurré cuando leí el email que me enviaron del departamento de Marketing de la malagueña empresa Prolongo solicitándome si podían enviarme un paquete con algunos productos. Y por supuesto que dije que sí.
Y la verdad que no son piedras…..son deliciosos productos cárnicos de Málaga donde se aúnan calidad, tradición y por supuesto ése Sabor a Málaga que divulgo siempre que me es posible.
Desde el año 2009 son contadas las ocasiones en que una marca, una empresa me envían sus productos para que lo pruebe, pero las veces que esto ha ocurrido, siempre suelo pensar que a la casa aunque sean piedras, pero ante todo, siempre sin mentir por supuestísimo, si puedo poner mi granito de arena y darlo a conocer entre aquellas personas que siguen Mi Cocina ¿por qué no hacerlo? ¿Por qué no echar una mano sin con ello para más inri puedo contribuir a publicitar dando mi parecer o haciendo una receta con el producto que me envíen? ¿Qué me cuesta…?
Máxime, si es una empresa malagueña, con un producto que consumo habitualmente desde hace muchos años. Quienes me siguen saben que digo marcas, productos que suelo nombrar a cambio absolutamente de nada y que lo único que me mueve es la pasión por ésta tierra, por la mar, que me vio nacer y donde vivo, de la que sencillamente me siento orgullosa: Málaga.
Pues bien, como les decía, la empresa Prolongo me hizo éste envío a mi cocina:
su delicioso budín, que no falta en nuestros desayunos, la morcilla para mis potajes, el salchichón y chorizos de pavo para las meriendas o aperitivos, fuet, jamón y el ya famoso salchichón malagueño, tanto el más curado como el genuino con una consistencia muy blanda, casi como si se tratara de un tartar.
Fue en el año 1820 cuando la familia Prolongo comenzó a dar los primeros pasos en el mundo del comercio malagueño, concretamente en la céntrica y comercial Calle San Juan convirtiéndose en todo un referente de los embutidos.
(Publicidad en prensa de los años 1905 y 1906)
Muchas industrias cárnicas existía por aquel entonces en Málaga y la consigna era, renovarse o morir, por lo que de manera que, pasado algún tiempo, don Pablo Prolongo García se trasladó a con su familia a Cártama, un precioso pueblo en pleno Valle del Guadalhorce.
Aproximadamente por el año 1915, los hermanos Pablo y Carlos Prolongo García, compran una porción de terreno en la finca llamada Venta Romero junto a la Estación de Cártama, con la intención de alzar en ese lugar la nueva fábrica de salchichón y embutidos, y convertirla en la más floreciente del ramo en su época.
Constan instalados en Cártama desde 1917; sus mataderos de reses, además de ser utilizados para los fines industriales que fueron creados, también los utilizaban los particulares que lo solicitaban. Y fue a principios del siglo pasado, cuando PROLONGO fue adquirida por la familia Soler, aportando su vasta experiencia y dilatada experienca en el mundo de los elaborados cárnicos para el desarrollo de la marca tal y como la conocemos hoy en día.
Con ése riquísimo salchichón de Málaga el genial Chef malagueño cuyas estrellas Michelin brillan en el firmamento gastronómico a nivel internacional, mi admirado Dani Garcia, hizo famosa las croquetas de salchichón malagueño y yo, siguiendo sus pasos, la publiqué en mi blog en el año 2009, convirtiéndose en todo un clásico de mi cocina real…(pinchando en ESTE enlace encontrarán la receta).
Además de las croquetas, tenía que dejar de volar mi imaginación, preparando varias recetas que iré publicando (Porra antequerana con salchichón de Málaga en vez de jamón),
Berenjenas rellenas de salchichon malagueño
que publicaré en breve y alguna que otra idea más.....Pero hoy, les animo a preparar algo fácil, rápido de preparar, ideal como aperitivo que nos traslada gustativamente a las meriendas de antaño: pan con salchichón malagueño.
Unas riquísimas bolitas de salchichón, unas pequeñas albóndigas para comerlas de un sólo bocado.
¿Cómo las hice?
Ingredientes para 24 albóndigas:
Medio salchichón malagueño blando, un huevo, una ramita de perejil fresco, un trozo de cebolla blanca, una rebanada de pan, sal, pan rallado (el que admita la masa), medio vaso de leche entera, harina y aceite para freir.
Los pasos a seguir:
Picar la cebolla y el perejil en trozos pequeños. Picar igualmente el salchichón procurando que no queden trozos demasiado grandes.
En un cuenco poner la rebanada de pan y echar la leche dejando que el pan la absorba.
Añadir la cebolla, el huevo, el perejil y el salchichón junto con un poco de sal, mezclando bien de forma que todos los ingredientes queden bien integrados.
Ir añadiendo pan rallado, removiendo hasta conseguir que la masa tenga la consistencia deseada.
Coger porciones e ir haciendo bolitas no demasiado grandes (para que al consumirlas quepan en la boca de un solo bocado),
pasarlas por harina.
Sacudirlas de forma que no quede demasiado harina adheridas, sólo la suficiente para que quede una costra alrededor y el aceite no traspase a su interior a la hora de freirlas.
Freirlas en abundante aceite caliente, de forma que queden doraditas.
Depositarlas sobre papel de cocina a fin de que no queden aceitosas y servirlas acompañándolas de salsas surtidas: mayonesa, kétchup, salsa al curry, mayonesa, tomate frito……¡¡ dejen volar su imaginación !!
Y disfruten del Sabor a Málaga….