La alcachofa es una hortaliza rica en sustancias y principios activos muy beneficiosos para tu organismo que no puede faltar en tu dieta. La alcachofa es la flor de la alcachofera, que aun no habiendo madurado está en el momento óptimo para su consumo. Se cultiva frecuentemente en zonas templadas, especialmente en países mediterráneos y no soporta el exceso de humedad ni las bajas temperaturas. Es originaria del norte de África, probablemente Egipto, fue introducida por los Árabes a Europa Occidental donde se mejoraron las variedades de cultivo. Según los expertos, los griegos y los romanos también la consumieron abundantemente y por lo que parece, creían que aportaba al organismo propiedades digestivas y afrodisíacas. Es muy usada en regímenes de control de peso ya que ayuda a la eliminación de grasas y por su delicioso sabor algo dulce y amargo a la vez, es indispensable en una dieta sana. Como aquí te la presento, aparte de ser un plato muy sencillo, quedan estupendas, el toque de vinagre de Módena le realza sus sabores.
Ingredientes:
4 alcachofas frescas grandes.
2 cucharadas de aceite de oliva.
3 cucharadas de mantequilla.
2 cucharadita de vinagre de Módena.
1 pizca de hierbas provenzales.
Sal gruesa al gusto.
Preparación:
Corta las alcachofas longitudinalmente en dos. Pon a calentar en una sartén o plancha el aceite y pones las alcachofas sobre el aceite caliente a fuego medio por al menos 7 minutos por lado, que veas que quedan doradas y tiernas a la vez. Si ves que le hace falta algo mas de cocción, déjalas un par de minutos mas por lado. Mientras se asan las alcachofas, pones la mantequilla a derretir a fuego lento en una olla pequeña, una vez se haya vuelto líquida le echas el vinagre de Módena y las hierbas provenzales, revuelve por un par de minutos y retira del fuego. Ahora presenta en los platos y le echas a cada alcachofa la mezcla de la mantequilla por encima y un poco de sal gruesa... Exquisito!!!!!
Da para 4 personas.
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