En este caso, las setas pueden cocinarse de diversas maneras, desde hacer cremas a complementarlas junto a la carne más sabrosa. Las setas están más gustosas con ciertos vinos tintos, que también triunfan en la época algo más fría del año. En este caso, podemos escoger desde tintos de Rioja a D.O. de Jumilla, mientras que los tintos gallegos no pueden faltar en la mesa de los comensales, recomendamos los englobados en D.O. Monterrei y D.O. Rías Baixas.
A su vez, las setas también pueden maridarse con vinos blancos secos, entonces nos van bien los albariños, además de los tintos algo más jóvenes, dependiendo siempre del tipo de seta en particular.
Si elegimos un marisco durante los meses de otoño, entonces van mucho mejor los vinos rosados y los blancos. Los vinos que mejor van con los mariscos en esta época del año son aquellos más secos. Los hay de diferentes denominaciones de origen, con uvas Sauvignon Blanc que son las que mejor les van a este tipo de pescados.
Como hemos apuntado anteriormente, las calabazas reinarán en las noches de Halloween y castañadas de todo el país. La calabaza es realmente dulce, pero puede también tomarse a base de crema, cortada a trozos y frita, acompañando a selectas carnes y como postre en pasteles y galletas confitadas. Junto a la carnes, como no podía ser de otra manera, emplearemos vinos Riojas y de la región aragonesa de Somontano, por ejemplo.
En este caso, para acompañar a estas calabazas y otros dulces de tales meses, nada mejor que los vinos algo dulces, con la uva moscatel como protagonista. Si bien también se pueden mezclar con vinos blancos y hasta tintos, pues sus sabores a especias potenciará el sabor de la calabaza. Un buen vino dulce que acompañar es Pedro Ximénez, un jerez que va bien para los postres que tomaremos durante estos meses.