Es la segunda vez que copio un plato a mi marca de congelados favorita (Boofrost) y no es por nada pero me ha quedado muy rico.
Ingredientes:
- Un kg. de alitas de pollo.
- Un diente de ajo, perejil, pimentón dulce, sal y vinagre.
- Aceite de oliva.
Preparación:
La noche anterior lavamos y partimos las alitas por sus articulaciones. Yo desprecio el extremo más pequeño, dejando sólo las otras dos partes, las más carnosas. También podemos pedirle al carnicero que nos las prepare así.
Las ponemos en un bol amplio, y en el "almirez" o "mortero" majamos un diente de ajo, un puñadito de sal, otro de pimentón y perejil picado. Lo mezclamos con un buen chorro de vinagre y lo ponemos sobre las alitas. Mezclamos bien, tapamos con papel film y lo dejamos en la nevera. Desde la mañana siguiente, cada tres o cuatro horas (o cuando podamos o nos acordemos) removemos para que todo se mezcle bien.
Ya finalmente, precalentamos el horno a 200, las ponemos sobre la bandeja con un papel de hornear y les ponemos un chorro generoso de aceite de oliva.
Horneamos 30 minutos a 200, dándoles la vuelta a los 20 minutos.
Al servir, volcamos a una fuente aprovechando todo el líquido, que desaparecerá mojado en pan.