¡Qué ganas tenía de hacer esta receta!. Desde que le vi a Asopaipas la foto en Facebook el año pasado no se me quitó de la cabeza la posibilidad de hacer uno de mis dulces navideños preferidos en casa. Y es que no es fácil encontrar las cascaras o cascarillas de oblea, pero gracias a él supe de uno de los sitios donde poder conseguirlas. Se trata de la panadería y pastelería La Colosal, de Avilés. Las venden al peso y te las envían a cualquier sitio de la península, y podéis encontrarlas a 22 euros el kilo, que son unas 4000 cascarillas, con las que salen 2000 almendras rellenas. Yo he comprado medio kilo, aunque no las voy a usar todas ya que he regalado unas cuantas.
Con ellas ya he preparado dos recetas diferentes. La primera con almendra y avellana y con chocolate blanco y chocolate con leche, en la segunda versión sólo he puesto almendra y sólo chocolate blanco. Las dos están muy buenas, pero me quedo con la versión de almendra y chocolate blanco, que son las de esta primera foto. Ahora os cuento las diferencias.
INGREDIENTES:
Versión 1:
125 gr. de avellanas
125 gr. de almendras
125 gr. de azúcar glass (no es necesario que sea comercial, podéis hacerla vosotros mismos en un molinillo o thermomix)
50 gr. de chocolate blanco postres
50 gr. de chocolate con leche postres
Versión 2:
250 gr. de almendras
125 de azúcar glass (no hace falta tampoco que sea comercial)
100 gr. de chocolate blanco postres
PREPARACIÓN:
La primera versión fue la primera que preparé, la receta la cogí de Las Recetas de mi Abuela, al igual que Asopaipas, aunque éste le hizo alguna que otra variación. Lo primero que haremos será tostar las almendras enteras y las avellanas en una sartén hasta que estén doradas. Dejamos enfriar y las trituramos, añadimos también el azúcar glass y trituramos todo. Ponemos dos cazos, uno más grande con agua y otro más pequeño dentro, para hacer el baño María, añadimos las dos clases de chocolate troceadas y derretimos. Entonces mezclamos con la mezcla anterior con una cuchara de madera, hasta conseguir una pasta, que queda blanda. Dejamos enfriar.
Rellenamos con ella dos cáscaras de oblea que juntaremos, quitándole el sobrante. Esta mezcla me quedó algo más blanda que la otra y es más laborioso de rellenar, ya que al estar tan blanda se suele salir por los lados y hay que quitar el exceso.
Para preparar la otra versión tostamos las almendras de la misma forma. Trituramos junto con el azúcar glass hasta conseguir una pasta y añadimos el chocolate blanco que habremos derretido al baño Maria. Dejamos enfriar. Esta masa es más manejable, se puede manejar con las manos e incluso rellenar cogiendo montoncitos y rellenando sólo una de las partes de la almendra generosamente y luego poniendo la otra enfrentada.
Las dos versiones os las recomiendo, la primera para los más chocolateros y la segunda para los más tradicionales, ya que recuerdan más a las comerciales. A mi, personalmente, me gusta más esta segunda versión que sólo lleva almendra y chocolate blanco, estéticamente también, ya que quedan preciosas. De las dos salen la misma cantidad, unas 35 o 36, así que si ya que os ponéis queréis preparar más podéis doblar, triplicar o cuatriplicar los ingredientes.
Feliz jueves.