No hace falta disponer de una despensa impresionante para preparar este plato, porque se hace con cuatro cosas y en todas las temporadas. Incluso los pulpos que se pueden tener en el congelador (en el mio nunca faltan), así pues hay que animarse a preparar platos como este que es fantástico.
A las legumbres por su alto contenido en proteínas, se les podría considerar como la carne vegetal. Si no tienes mucho tiempo para dedicarlo a la cocina, se pueden emplear sin problemas alubias en conserva.
Ingredientes:
Un pulpo mediano de 1 kgr aproximadamente
300 gr de alubias blancas
4 tomates hermosos maduros
un diente de ajo
una cebolla
1/2 vaso de agua de cocer el pulpo
1/2 vaso de vino blanco seco
1/2 vasito de aceite de oliva
una guindilla
2 hojas de laurel
sal
Preparación:
Ponemos las alubias en un bol con agua fría a remojo durante toda la noche. Transcurrido este tiempo escurrirlas y cocerlas con agua, un poquito de sal y una hoja de laurel durante 30 minutos aproximadamente hasta que veamos que están tiernas (si las cocemos en olla rápida con 10 minutos es suficiente). Si son alubias de conserva, las añadiremos al guiso durante los últimos 5 minutos.
El pulpo lo coceremos en una olla con agua hirviendo con una hoja de laurel. Le daremos al pulpo los tres baños de rigor antes de dejarlos inmersos en el agua y los coceremos durante más o menos una hora hasta que este tierno. Una vez cocido lo dejamos escurrir, lo troceamos y reservamos, reservando también 1/2 vaso de agua de la cocción.
En una cacerola con aceite freímos el ajo pelado y machacado y la cebolla cortada en juliana, sin que llegue a dorarse. Añadir los tomates pelados y troceados, mezclar bien y freír durante 15 minutos.
Añadir la guindilla, el caldo que teníamos reservado y el vino, rectificamos de sal y dejamos cocer otros 15 minutos más. Incorporamos las alubias y el pulpo y dejamos que termine de cocer durante 10 minutos para que se mezclen bien todos los sabores.
Servir bien caliente.
Para acompañar estas alubias con pulpo, un vino blanco fresco nos viene de maravilla.
Fuente: este post proviene de La cocina de Catina, donde puedes consultar el contenido original.
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