Dicen que los pulpos son animales inteligentes. No sé, no sé. Yo creo que fue más inteligente quien los pescó, y quien los cocinó. Cabeza grande, sí tienen. Y ojazos. Y tres corazones; dos llevan sangre sin oxígeno a las branquias y uno transporta sangre oxigenada al resto del cuerpo. Hubo un pulpo al que incluso se le llegaron a atribuir facultades adivinatorias sobre qué equipo ganaría el Mundial de Sudáfrica de 2010, ya saben el del famoso gol de Iniesta. Nos referimos al pulpo Paul que a lo largo del torneo fue acertando el desenlace de los partidos en los que intervenía la Selección Alemana y, una vez eliminada, acertó que España ganaría la final frente a Holanda. Pura chiripa. No el gol, si no el supuesto poder adivinatorio del pulpo. La popularidad de Paul se desbordó. Pero en realidad son animales muy tímidos que suelen vivir escondidos en cuevas y grietas porque prefieren pasar desapercibidos, camuflados. Son cazadores nocturnos. Ya me diréis vosotros cómo saben que es de noche si viven en el fondo de los mares. Comen peces, pequeños crustáceos, almejas, mejillones, cangrejos. Una dieta de lujo. Aunque hoy, estos pulpitos van a compartir plato con unas alubias riquísimas. No lo podían adivinar ni imaginar por muy listos que sean los pulpos.
RECETA
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350 g de alubias secas.
1 k de pulpitos (pueden ser congelados)
1 cebolla.
4 cucharadas de aceite.
2 cucharadas de tomate frito casero.
1 taza de las de café de vino blanco.
Unas ramitas de perejil.
2 dientes de ajo.
10 almendras crudas.
10 avellanas crudas.
1 hoja de laurel.
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Poner las alubias en remojo la noche anterior en abundante agua fría.
En una cazuela poner las alubias y la hoja de laurel y cubrir con agua dos dedos por encima del nivel.
Hervir las alubias a fuego fuerte unos minutos y añadir un poco de agua fría para cortar la cocción.
Dejar hervir a fuego lento y cuando casi estén cocidas agregar un poco de sal.
En una cazuela grande, con cuatro cucharadas de aceite sofreír la cebolla cortada en brunoise, añadir el tomate frito y dejar reducir.
Agregar los pulpitos limpios y escurridos, saltear unos minutos y agregar el vino blanco.
Machacar los ajos, el perejil y los frutos secos y echarlo en la cazuela.
Escurrir las alubias y reservar un poco del líquido por si le tenemos que añadir a la cocción.
Pasar las alubias a la cazuela de los pulpitos y dejar hervir todo junto unos diez minutos para que se integren todos los sabores.
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Si quieres evitarte el trabajo de cocer las alubias, puedes comprarlas de bote ya cocidas, aunque no es lo mismo.
Fuente: este post proviene de Juego de Sabores, donde puedes consultar el contenido original.
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