Además del tradicional pulpo a la gallega podemos degustarlo de diferentes maneras, hay muchas recetas con pulpo para no caer en la rutina; guisado, a la plancha, a la parrilla, con arroz, en salpicón, al horno, encebollado… También es perfecto para hacer croquetas y empanadas, en definitiva, un ingrediente muy versátil y exquisito con el que siempre se triunfa.
Aunque el pulpo está incríblemente bueno no es el protagonista en la receta de hoy, en este caso utilizaremos pulpo de un tamaño menor llamado pulpo cabezón o cabezudo. De esta especie de pulpo se dice que es el hermano pobre del pulpo, a pesar de esto yo lo hago con frecuencia porque nos gusta muchísimo y del mismo modo que su hermano rico admite diversas preparaciones.
El tratamiento que requieren estos pulpitos es el mismo que el de los pulpos grandes; congelación durante 48 horas mínimo y cocción antes de utilizarlos en la receta elegida. No obstante también se encuentran recetas de pulpitos sin cocerlos previamente, mi consejo es hacerlo para garantizar un buen resultado del plato pero la decisión final la tiene el/la cociner@.
Los pulpitos pequeños tienen un precio asequible y cocinarlos es súper fácil, puedes comprobarlo preparando estos sencillos, pero riquísimos, pulpitos al ajillo.
PULPITOS AL AJILLO
INGREDIENTES:6 pulpitos cocidos
3 dientes de ajo (grandes)
4/5 cucharadas (soperas) de aceite de oliva
75ml de coñac
Sal
PREPARACIÓN:
En una cazuela calentar el aceite.
Añadir los ajos laminados y sofreírlos hasta que comiencen a tomar color.
Incorporar los pulpitos cocidos, saltearlos 4 o 5 minutos.
Cuando estén dorados agregar el coñac y la sal. Reducir a fuego fuerte.
Servir los pulpitos al ajillo recién hechos.
Acompaña tus pulpitos al ajillo con un trozo de pan y un buen vino (a ser posible gallegos) disfrutarás de un bocado con mucho sabor.
Más recetas con pulpo y pulpitos:
Empanada de pulpo – Olor a hierbabuena
Pulpitos a la plancha con aceite de ajo y perejil – El crepitar de los fogones