Se que hace calor, pero tenemos que seguir desayunando ¿no?
Nuestra familia tendrá que seguir mojando algún bizcocho en el Colacao mañanero ¿no?
Pues este Angel Food de Limón es para volverse loco, es delicioso con aromas naturales, sólo con la ralladura de limón hacemos un Angel Food ligero, esponjoso, nada pesado y delicioso, además yo le he añadido semillas de amapola que hace una combinación ideal con el limón.
Éste bizcocho de Angel Food tiene una ventaja adicional para las que estamos en plena operación pareo y es que tiene muy poquitas calorías, una ración de 90 gramos no llega a las 150 calorias.
¿Es o no es una razón de peso (nunca mejor dicho) para hacer este bizcocho y a más a más comprarte el molde?
A propósito del molde, no es estrictamente necesario tenerlo, aunque si te aficionas a él te recomiendo comparlo, pero si tienes un molde de tubo de aluminio de los de rosco de toda la vida, también te vale.
Yo tengo el molde de Angel Food grande de 25cm pero a veces es demasiado grande para según que ocasión, aunque ya te digo que congela estupendamente si lo haces en porciones individuales, con el calor que hace, mientras te sale el café lo tienes listo para el desayuno.
Pues bien, como te decía, a veces es mejor un molde más pequeño así que me animé a comprar el de 18 cm en Megasilvita.
Pero claro, ahora ya no me valía la receta que tenía, así que me acordé que mi amiga Biljana Mis Dulces Joyas tenía una entrada super completa donde poder ver las diferentes cantidades de ingredientes para los diferentes moldes. Bile es una de esas personas que tienes la bendición de conocer en este mundo de la blogosfera, con la que conectas inmediatamente y que además es un encanto de mujer.
Yo os voy a dejar la receta para el molde de 18 cm si queréis hacerlo más grande visitar este post y añadid la ralladura de uno o dos limones más.
INGREDIENTES:
Para el bizcocho:
9 claras de huevo (260ml) pueden ser pasteurizadas
1 cucharadita de crémor tártaro ( si no tienes pon un chorrito de limón)
200gr de azúcar
65g de harina de repostería
20gr de maicena (si no tienes a mano, pon estos 20g de harina de trigo también)
Una o dos cucharadas de semillas de amapola (yo puse dos)
1 cucharadita de esencia de vainilla
La ralladura de dos limones (sólo la parte blanca)
Para el glaseado:
Azúcar glas
Un chorrito de limón
ELABORACIÓN:
Rallamos los limones y reservamos.
Precalentamos el horno a 170 grados y disponemos la rejilla del horno, no la bandeja porque si no el aire no circulará a través del tubo del molde.
Ponemos las claras en el bol de la batidora y añadimos el crémor tártaro, si fuera necesario lo tamizamos para que no haya bolitas y que luego nos las encontremos en el bizcocho.
Empezamos a batir a velocidad baja para que se integre el crémor tártaro y el merengue comience a formarse con burbujas pequeñas que son mucho más estables.
Cuando observemos que ha espumado vamos subiendo la velocidad de la batidora hasta llegar a la máxima velocidad hasta que el merengue forme picos firmes, es decir que al levantar la varilla el pico que se forma no se viene abajo.
Bajamos un poco la velocidad de la batidora y comenzamos a añadir el azúcar a cucharadas poco a poco, con un poquito de paciencia. Después de que se haya integrado el azúcar añadimos la ralladura y la vainilla.
Subimos la velocidad de la batidora y seguimos batiendo hasta que el merengue este bien firme y brillante.
Tamizamos la mezcla de harinas junto con las semillas de amapola y la añadimos en tres veces y la integramos con la ayuda de una espátula con movimientos envolventes.
Si tienes una batidora tipo KA pon el accesorio de la pala y en la velocidad más baja puedes ir integrando, pero no te despistes que se te desmonta el merengue en un plis.
Llenamos del molde para el Angel Food y recuerda que para realizar este bizcocho no se engrasa el molde. Podemos decir que las claras se van agarrando a las paredes del molde y va trepando, pero si tiene grasa resbalan.
Hornea por unos 35/40 minutos o hasta que al pinchar con una brocheta esta salga limpia, como ya te he dicho sobre la rejilla del horno.
Sacamos el molde y lo dejamos enfriar una hora boca abajo, si tu molde no tiene patitas que levanten el molde para que le entre aire ponlo a enfriar sobre el cuello de una botella.
Pasado ese tiempo lo desmoldamos con la ayuda de una espátula.
Cuando esté frio hacemos el glaseado, mezclando el azúcar glas con el limón, yo lo hice a ojo, procurando que quedara espesito para que luciera más mono.
Pon alguna florecita para decorar o más ralladura de limón o lo que tu quieras, aunque así solito ya es remono.
Espero que lo hagáis y lo disfrutéis porque es riquísimo y refrescante y el toque crunch de las semillas de amapola lo hace delicioso.
Si algo no os queda claro o os surge alguna duda puedes preguntarme aquí o en mi página de FB Un pedacito de cielo.
Como siempre os dejo con el verdadero pedacito de cielo:
En cambio, todos los que me escuchan vivirán en paz, tranquilos y sin temor del mal. Proverbios 1:33