Sencillísima de preparar, para el desayuno, la merienda o atacar en mitad de la noche! Es una tarta invertida, es decir, una vez horneada le daremos la vuelta para emplatarla como si fuera un flan. Manos a la obra!
Ingredientes
200 g de harina normal
90 g de azúcar blanco
15 g de levadura en polvo (un sobrecito)
2 huevos M
80 ml de aceite de girasol
80 ml de leche (entera o semidesnatada)
esencia de vainilla o manzana (pasta HOMECHEF)
Para el caramelo:
250 g de dulce de leche
50 g de mantequilla
1 manzana
Precalentamos el horno a 180ºC. En un bol mezclamos el azúcar, los huevos, la leche, el aceite y la harina con la levadura. Al gusto le añadimos esencia de vainilla, en este caso yo he usado pasta concentrada HOMECHEF de manzana que potenciará el sabor del bizcocho.
En un cazo calentamos el dulce de leche con la mantequilla hasta que se integre por completo y empiece a hervir, lo vertemos sobre un molde (yo usé uno bajito de 20cm) y colocaremos las rodajas de manzana.
Le echamos la masa que hemos preparado previamente y lo horneamos 30 minutos.
Dejamos enfriar un poquito antes de desmoldar, si no se romperá.
Pasamos un cuchillo por los bordes por si se hubiera pegado y lo volcamos en un plato.
No os preocupéis si queda un poco de dulce de leche en el molde, yo la he metido en una manga y por si no tuviera suficiente se lo he echado por encima para rematar!
Claro está que esta receta admite variantes, en lugar de manzana podeis probar con pera, o echarle un poquito de canela por encima, azúcar glass… Y como siempre os digo, podéis duplicar las cantidades!!
Tic, tac, tic, tac…